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Toque de corneta en el Vicente Calderón

El Atlético se juega seguir vivo en la Champions tras la derrota en Leverkusen (0-1). El equipo confía en la garantía de jugar en casa y en los ánimos de la afición para alcanzar los cuartos. 

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La plantilla del Atlético de Madrid durante el entrenamiento de ayer en el Calderón. /EFE

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MADRID.- Un duelo decisivo, condicionado por el 1-0 en contra del partido de ida, someterá al Atlético de Madrid a una 'final' de alta presión, por todo lo que se juega, su continuidad en la Liga de Campeones, por la propuesta intensa del Bayer Leverkusen y porque el triunfo es la única vía hacia cuartos.

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Fiabilidad como local

Uno es precisamente su condición de local. Ahí es una garantía de altísima fiabilidad, más aún en esta Liga de Campeones, con tres partidos, tres victorias, diez goles a favor y cero en contra, y ahí ha vencido veinte de sus últimos 22 duelos europeos, con dos excepciones: un 0-0 con el Chelsea y un 0-2 con el Rubin Kazan.

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