Este artículo se publicó hace 15 años.
Tyler Farrar gana al sprint en Caravaca
La clasificación general no sufre cambios a la espera de la llegada de las etapas andaluzas
El estadounidense Tyler Farrar ya sabe lo que es ganar en una gran Vuelta gracias a una enorme demostración al esprint que le llevó a la victoria en la undécima etapa, disputada entre Murcia y Caravaca de la Cruz, de 200 kilómetros, jornada que no alteró la general, con Alejandro Valverde en la "pole" a las puertas de las tres etapas andaluzas con final en alto.
Farrar, de 25 años, apuntó su nombre en la pequeña historia de la Vuelta después de dos segundos puestos en el Tour y Giro. Disparó los brazos al cielo tras aguantar en cabeza en un esprint alocado y sin control, por delante del clasicómano belga Philippe Gilbert (Silence) y del italiano Marco Marcato (Vacansoleil). Entró en la pelea Iñaki Isasi (Euskaltel), cuarto, mientras que Oscar Freire se volvió a ver fuera de sitio y entró noveno.
El americano, profesional desde 2006, se mostró satisfecho de romper la hegemonía del Columbia, que no colocó en esta ocasión a Greipel, machacado en el último puerto por el ritmo del Liquigas. Luchó él solito para apuntarse la octava victoria de la temporada. "Objetivo de la temporada cubierto", dijo con alivio.
El pelotón entró roto, pero lo favoritos entraron en el lote principal con el mismo tiempo de Farrar, es decir, 5h.11.10, cumpliendo una media de 38,6 kilómetros por hora.
Descanso y lo mejorAlejandro Valverde llegará a la segunda jornada de descanso vestido de oro y centrado en las decisivas tres etapas de montaña que se avecinan en Andalucía, con finales en Sierra Nevada, Velefique y La Pandera.
Llega la hora de la verdad de la Vuelta. Aunque también se comentó algo similar ante las jornadas de Aitana y Xorret de Catí, y allí no hubo más sangre que la de algunas caídas. "¿La montaña?, dijo Valverde, pues está bien si se va despacio y mal si se va deprisa". Elemental, querido Alejandro.
El líder del Caisse D'Epargne gestionará la oportunidad de su vida para ganar una grande con 7 segundos de renta sobre Cadel Evans y 36 respecto a Robert Gesink, que ahora le escoltan en el podio. Ivan Basso y Samuel Sánchez, al quite, en torno al minuto.
En la jornada que marcó el paso del ecuador de la Vuelta, no faltó la escapada de rigor. Se formó en el ascenso del Collado Bermejo, un puerto de primera que inspiró en sus primeras rampas a un grupo de 7 corredores, de los que sobrevivieron tres pasada la cima: Amets Txurruka (Euskaltel), el premio al supercombativo del Tour 2007, el francés David Moncoutié (Cofidis), "perro" viejo del pelotón y último rey de la montaña de la Vuelta, y Johnny Hoogerland, un holandés con contrato fijo para participar de las aventuras.
Mal día para buscar rebajas en el cálido asfalto murciano. Los esprinters van a pasar las de Caín en las inminentes tres etapas de montaña en Andalucía y no podían dejar escapar la opción de ganarse el jubileo en una de las cinco ciudades santas del mundo cristiano: Caravaca de la Cruz.
El esprint final se volvió loco, a 60 por hora. Se descontroló con un arranque de Fabian Cancellara bajo el banderín de último kilómetro. El suizo rompió los esquemas, como hace en contrarreloj, pero como tampoco es supermán se quedó sin fuerzas. Tomó el relevo desde lejos Tyler Farrar, con mucho asfalto hasta la línea. Parecía que se iba a quedar en el intento, pero aguantó. Merecía la pena un último esfuerzo para estrenarse en la Vuelta.
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