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El Valencia descarrila en Noruega

Los valencianistas, sin Villa, sufren una derrota ante el Rosenborg (2-0) que complica mucho sus opciones de seguir en la Champions.

AGENCIAS

El Rosenborg ha ganado en Trondheim con autoridad al Valencia por 2-0 en un encuentro en el que el equipo noruego no ha dado opción a un rival, que apenas entró en el partido y que ve comprometida su clasificación tras su segunda derrota consecutiva en la Liga de Campeones.

El Valencia fue un equipo frío, que apenas supo crear peligro ante la meta local y que nunca encontró la forma de adueñarse del partido ante un rival sin excesiva calidad, pero que jugó con mucha intensidad, creyó en sus posibilidades y buscó la victoria más y mejor que su rival.

Tras una salida en tromba, el Rosenborg no aflojó y fue capaz de dominar al Valencia durante casi todo el primer tiempo, con un juego más dinámico que el del equipo español y mucha presión sobre los futbolistas visitantes, que apenas tenían posibilidades de armar su juego a la contra.

A pesar de ese dominio, el juego del Rosenborg no estuvo acompañado de claras ocasiones de gol y Cañizares, bien arropado por su defensa, no tuvo que intervenir en jugadas especialmente peligrosas.Las acciones de ataque del Rosenborg eran constantes y muchas de ellas se resolvieron con córners que los defensas del Valencia supieron defender con acierto ante un rival con futbolistas altos y que buscaban sus opciones de gol en jugadas a balón parado.

Escasas ocasiones 

El Valencia dispuso de una clara ocasión de gol en el inicio del segundo tiempo (m.48) cuando un disparo de Joaquín fue enviado a córner por el meta local, en la opción de gol más notable de las vistas hasta ese momento en el encuentro. Fue, sin embargo, el prólogo del 1-0, logrado por Kone tras una gran jugada del lateral izquierdo Dorsin, en la que Cañizares no estuvo especialmente afortunado.

El Valencia no reaccionó y ocho minutos después, un córner fue resuelto por el central Riseth, que puso en el marcador un 2-0 ya preocupante para los intereses del equipo español, que trató de recuperar el terreno perdido con la entrada de Zigic y Baraja.

El equipo buscó más control de juego con Baraja y un fútbol más frontal para Zigic y Morientes, pero el Valencia no tenía precisamente su noche y el Rosenborg, a la contra, se aproximaba con peligro a la meta de Cañizares.

En los minutos finales, el Valencia tuvo más posesión de balón, pero apenas creó peligro, ya que las jugadas de los valencianista morían casi siempre por errores propios al borde del área del Rosenborg y sólo tuvo una ocasión de gol en un cabezazo de Zigic. El equipo noruego ya no se volvió a aproximar a la meta de Cañizares, pero tuvo bastante con contener al Valencia para conseguir una victoria justa.

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