Su destino siempre parecía el Barça, pero Víctor Sánchez se enfrentará esta tarde al equipo de su vida y al técnico que en su día advirtió a Puyol y Piqué sobre aquel futbolista que hoy hacía de Xavi y mañana de defensa con la misma fortaleza: 'Víctor Sánchez es el mejor central de Europa'. Los dos se quedaron quietos.

El canterano fue el primero en debutar con Rijkaard en la Copa del Rey. Su generación es la de Busquets, Pedro o Jeffren, la que se reunió con Guardiola y él fue uno de los héroes de aquel filial que ascendió a Segunda B la temporada 2007-08. Aquello fue hace tres años, en el inicio de la temporada 2008-09, en la que el Barça iba a ganar los tres títulos y Víctor formó parte de esa aventura en siete partidos. Sin embargo, hoy se las verá con ese técnico que le hizo tan feliz el día en el que le escuchó decir 'aquí podemos prescindir de todo menos de la cantera'. Quizá por eso Guardiola se niega a desprenderse del todo de Víctor Sánchez: está cedido en el Getafe, sí, pero sin opción a compra. Incluso, en la última pretemporada, el futbolista jugó tan bien en la gira asiática que el técnico trató de hacer caso a su corazón y quedarse con él. Al final, la razón pudo más: vino Mascherano y el muchacho fue cedido, por segundo año consecutivo. La temporada pasada estuvo en el Xerez.

En cada movimiento de Víctor, hay algo de Guardiola. Quizá hasta en cada declaración en la que no dice todo lo que piensa, pero sí piensa todo lo que dice. Era casi un niño cuando coincidió con aquel entrenador que se iniciaba, 'que se pasaba todo el día viendo partidos', y que repetía un mensaje incesante: 'Si tienes el balón, el rival, por muy bueno que sea, no puede hacer nada'. Y el futbolista no se separa de esa idea con la que, por cierto, piensa ganar esa tarde: 'El Barcelona, a priori, es el que tiene la pelota y el que se divierte mientras que el resto son los que sufren', señala, 'pero en el Coliséum alguna vez ha pasado al revés'.

Víctor ya es titular en Getafe, donde suma 442 minutos. Se aprecia su buena educación con la pelota, la rapidez con la que encuentra una solución. Ante el Hércules, arrancó una mayúscula ovación de la hinchada por ese motivo. Pero ahora se viven peores tiempos, en los que Víctor reclama la autocrítica: 'Cada uno sabemos dónde podemos hacer más'. Las últimas derrotas han complicado la felicidad: 'Está bien que el entrenador asuma su responsabilidad para defendernos', acepta, 'pero debo recordar que los que jugamos somos los jugadores, los que ganamos y perdemos'.