La vida colgando de un dedo

Del Naranjo de Bulnes lo único que engaña es su nombre original en bable, Picu Urriellu. Porque estéticamente de pico no tiene nada. Su majestuosa y conocida figura no termina en punta, sino que es una especie de gigantesca lengua de piedra que brota del agreste corazón de los Picos de Europa, un imponente macizo que une Asturias, Cantabria y León. El pasado miércoles por la tarde, Iker y Eneko Pou escribieron allí la última de una larga lista de gestas.

Los dos hermanos vascos completaron en escalada libre usando sólo pies y manos y asegurados únicamente por una cuerda de 10 milímetros la vía de grandes paredes más difícil del mundo. En ocho frenéticas horas de actividad, encadenando cada uno de los 16 largos (tramos) a la primera y sin una sola caída, Eneko e Iker abrieron la ruta Orbayu (llovizna, en bable) en la totémica cara oeste del Naranjo. Una escalofriante vertical de 500 metros de longitud y una dificultad de entre 8c+ y 9a (la máxima calificación es 9c+).

Tras dos meses y medio de preparación y ensayos parciales, los escaladores alaveses hicieron cumbre tras completar largos de dificultad extrema a más de 200 metros de altura, algo normalmente reservado para vías cortas a ras de suelo. Lo hicieron además, con aseguramientos muy precarios, pese a existir riesgo cierto de caídas de 20 o 25 metros [distancia aproximada existente entre cada débil punto de sujección].

Con esa particular forma de mirar la vida que poseen los aventureros, Eneko valora el ángulo poético de su gesta antes que la propia hazaña en sí: "Para nosotros, lo más importante es haber sido capaces de tener la visión y la creatividad para haber imaginado la línea. Hace diez años ya éramos buenos repetidores de vías de alta dificultad, pero todavía no teníamos el ingenio para localizar una nueva línea futurista y escalarla. Hay muy poca gente que esté planteando retos originales en lugar de limitarse a repetirlos. Es como copiar perfectamente un gran cuadro o pintar el original".

"Ha habido momentos muy duros relata Iker. Especialmente del 20 de junio hasta primeros de agosto, cuando el tiempo fue prácticamente invernal y a duras penas podíamos probar la vía".

El tramo clave, el quinto, cuya enorme dificultad bautiza a toda la vía, fue repetido casi 30 veces por los escaladores vascos. Memorizaron 37 metros peliagudos, especialmente los últimos, con minúsculos orificios donde no cabe, nunca mejor dicho, otra técnica que el monodedo o, en el mejor de los casos, el bidedo. Es decir, el cuerpo y la vida colgando de dos, incluso de un solo dedo.

La Orbayu es la quinta vía de máxima dificultad firmada por los Pou en los últimos 12 años. La mayoría de ellas no han sido repetidas hasta hoy por escalador alguno. Una gesta más para la leyenda de una montaña, el Naranjo, hollado por primera vez hace 105 años, el 5 de agosto de 1904, por Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, al que acompañó Gregorio Pérez El Cainejo, un vecino del cercano pueblo de Caín. En la cumbre dieron buena cuenta de una botella de vino. Dejaron el envase vacío con una tarjeta del marqués y otra botella llena para el primero que culminara una nueva escalada.