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Vilas Boas toma la senda de Mou

Un gol de Falcao da el título al Oporto, que fue superior al Braga

LADISLAO JAVIER MOÑINO

A sus 33 años, Vilas Boas ha vuelto a situar al Oporto, que sucede al Atlético como campeón de la Liga Europa, en la primera fila continental. Es muy difícil no emparentarle con Mourinho, no sólo por su precocidad, sus aspavientos envuelto en un guardapolvos o por su trayectoria. También parecen tener en común esa camaleónica manera de entender el juego. Esas lecturas de los partidos que contienen distintos planes. El gol que le dio el título al Oporto tuvo mucho que ver con esas mutaciones. Como no podía romper al Braga dominando, le hizo picar cediéndole la pelota puntualmente.

No podía el Oporto con esa dos líneas juntas y coordinadas que le planteaba el Sporting. Había atendido al partido desde el inicio con su rol de favorito; dominando la pelota. La primera lectura que hizo fue que el juego corto no le convenía. No encontraba combinaciones. Su primera solución fue una ristra de balones cruzados, cargados hacia la banda de Hulk para que impusiera la potencia de su poderoso tren inferior. Le salió bien una de esas primera intentonas. El brasileño bajó un pase en diagonal de Fernando y puso toda su maquinaria a funcionar. Un control con el pecho y una arrancada en diagonal que culminó con un recorte y un zurdazo que saludó de cerca la escuadra. Quiso ver ahí el Oporto un filón y trató de explotarlo. La reiteración le perdió.

Tampoco le aparecían al Oporto ni Guarín ni Falcao. Se sintió incapaz de hacer daño llevando la iniciativa y decidió optar por el mismo planteamiento que su rival al filo del descanso. Picó el Sporting a la primera. Le esperaba el Oporto en una salida de balón aparentemente cómoda. Erró en el pase Rodríguez y se alumbró un arrebato convencido del Oporto. Sintió que esa era la suya, la de verdad, el paisaje en el que mejor se maneja. Guarín montó la contra ganadora muy convencido y Falcao se desplegó presintiendo también que la jugada era su momento. Voló para un cabezazo magistral, contundente y apuntado a la escuadra.

Mossoró pudo igualar en el inicio del segundo tiempo. Le robó un balón a Fernando y encaró a Helton, que le sacó el mano a mano con el pie. Ahí se acabó prácticamente el Braga. Vilas Boas, como Mourinho, no suele perder cuando marca primero.

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