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Villa, como un clavo

El delantero del Barcelona estará entre 4 y 5 meses de baja tras ser operado

N. ROMÁN

Apenas había transcurrido media hora desde su salida del quirófano, y David Villa ya enviaba sms de agradecimiento a sus compañeros del Barcelona, con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando los campeones del mundo llegaron de Japón y algunos los suramericanos y Keita pusieron rumbo a sus vacaciones navideñas, la tibia izquierda del Guaje, la que se fracturó por estrés en las semifinales del Mundial de Clubes, ya lucía el clavo endomedular que ayudará a soldarla en los próximos meses.

La Eurocopa está a su alcance. La final de la Champions, si se da el caso, ya se verá. 'Él está animado y lo quiere todo', reveló el doctor Ramon Cugat, responsable del amplio equipo de médicos que operó a Villa. 'Pero que llegue a la final de la Champions [a mediados de mayo] es un poco justo', prosiguió. 'La recuperación normal está entre cuatro y cinco meses, aunque ha habido casos en que a las 10-11 semanas ya está muy avanzada', añadió Cugat, antes de ofrecer detalles de la operación. 'Le hemos puesto un clavo endomedular para alinear la fractura. La herida está cerrada con un vendaje, sin escayola', pormenorizó. Villa permanecerá en el hospital unos tres o cuatro días más. Entonces, comenzará a hacer los primeros apoyos con unos bastones. En cinco semanas, le sacarán uno de los tornillos 'para dinamizar y que forme callo'.

'Que llegue a la final de Champions es un poco justo', dice el doctor Cugat

Como se sospechaba, y Pep Guardiola afirmó, la fractura y la fisura en la tibia tenían relación. 'La fractura por estrés es una sobrecarga que excede la resistencia del hueso; las columnas óseas se van rompiendo de forma diminuta', explicó Cugat. El 15% de los deportistas sufren esta lesión. Y es lo que empezó a pasar a Villa, ya en mayo, según confirmó el doctor Ricard Pruna, también presente en la operación. El asturiano sintió entonces las primeras molestias, que se reprodujeron en septiembre. 'Hicimos pruebas y vimos que la clínica se correspondía con una fractura de estrés', informó el doctor del Barça.

Según Pruna, una intervención preventiva habría implicado lo mismo que la realizada ayer. Por eso, de acuerdo con los médicos de la selección estaban al corriente de todo y con el propio Villa, decidieron que siguiera jugando. Cuando se rompió, en Yokohama, optaron por asumir el 'riesgo del traslado' porque consideraron 'que aquí estaría mejor atendido'. 'Tardamos en operar porque cuando un lesionado está tantas horas en un avión pueden pasar muchas cosas', apuntó Cugat. Un síndrome compartimental aumento de la presión en un compartimento muscular, por ejemplo. Nada de eso sucedió. Y, ayer, Villa recibió con una sonrisa la visita de Sandro Rosell. El presidente le dijo que no ofrecerán el Mundialito hasta que pueda acompañarlos.

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