Este artículo se publicó hace 15 años.
El Xerez, a un punto de la gloria
Los andaluces ascienden si empatan en Tenerife. Zaragoza y Hércules no bajan los brazos
La victoria del Hércules en su duelo de rivalidad ante el Alicante (1-2) da vida al campeonato. Necesitaba un triunfo para mantener posibilidades de ascenso, y lo consiguió. También el Zaragoza sumó tres puntos decisivos en su visita al Helmántico (1-3). Está a un punto de conseguir el ascenso de forma aritmética.
Justo lo mismo que le sucede al Xerez. Un empate le vale para ser nuevo equipo de Primera y lo puede lograr en su visita a Tenerife. Todo podía haber terminado ayer de haberse producido una concatenación de resultados. Del Hércules dependía la solución final e incluso se daba la paradoja de que dos equipos podían haber celebrado hoy su ascenso en el mismo escenario: el Xerez, sin necesidad de jugar, y el Tenerife con sólo empatar en su estadio. Para ello, los de Mandiá debían caer derrotados. En este caso, incluso el Zaragoza tenía en su mano la posibilidad de adelantar su vuelta a la élite del fútbol con su triunfo en Salamanca.
En este encuentro, Arizmendi hubo de ser evacuado a un hospital salmantino tras recibir un golpe en la cara y perder visión en el ojo izquierdo. Horas más tarde quedaba descartada la gravedad del golpe.
Los tres puntos cosechados en Salamanca no hacen más que rubricar la brillante trayectoria de los maños en la segunda vuelta del campeonato: 15 partidos consecutivos sin perder, con 11 victorias. La única derrota en este tramo se produjo en Elche y ya se reduce a una mera anécdota. Marcelino ha ido encajando sus piezas durante la ausencia por lesión de Ewerthon y de Braulio. El renqueante regreso del brasileño, al límite de sus posibilidades físicas, no ha sido obstáculo para que siga sumando goles. Ayer hizo los dos primeros, y su equipo de momento es segundo.
Pero el Hércules no está por la labor de bajar los brazos. Dos puntos de ocho posibles, en sendos empates consecutivos en Huesca (0-0) y ante el Celta (2-2) eran poco bagaje para un equipo que aspira a subir, máxime cuando ya se afronta la recta final. Mandiá, técnico herculino, supo ejercer sus dotes de mentalización y embarcó a los suyos en el objetivo de pelear hasta el último aliento las opciones de éxito. Para ello contaba además con la influencia escénica del Rico Pérez: casi ejercía de anfitrión, ya que comparte estadio con su vecino Alicante, y no perdió la ocasión. Además, ayer sellaron su permanencia Albacete y Murcia, que empataron sin goles.
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