Este artículo se publicó hace 14 años.
Zigic desata la euforia
Un cabezazo del serbio en el descuento otorga la victoria a un Valencia que se volvió a atascar en Mestalla
Un gol de Nicola Zigic en el tercer minuto de la prolongación dejó los tres puntos en Mestalla en un partido en el que el Valencia se atascó en casa por enésima vez en la temporada y en el que un ordenado y compacto Espanyol se marchó de vacío como consecuencia de una acción en el último suspiro del choque.
Zigic salió como revulsivo, para buscar el juego aéreo, y encontró premio, aunque hasta entonces no había aportado lo que de él se esperaba. Fue en un centro de Joaquín, el mejor jugador del partido, en el que el cabezazo del internacional serbio no dio opción a Kameni, que había tenido dos o tres intervenciones espectaculares.
Hasta entonces se había visto un encuentro muy monótono en el primer periodo, ya que el Espanyol supo atenazar bien al rival, y algo más animado en la segunda parte, cuando el Valencia dispuso de alguna opción para marcar y el conjunto catalán, a la contra, demostró que no renunciaba a tratar de ganar.
Orden espanyolistaDesde el principio, el Espanyol puso orden y presión, ya que mantuvo a sus jugadores más ofensivos cerca de la meta de César, mientras que el bloque defensivo no se descompuso en ningún momento, hasta el punto de que el Valencia no creó ocasiones en el primer periodo, con excepción de un par de disparos lejanos del Villa.
El encuentro llegó a su descanso sin goles como consecuencia de la falta de precisión en el fútbol de ataque que demostró el Valencia y a la capacidad que tuvo el Espanyol para no dejar maniobrar a su oponente.
Había sido muy trabada la primera mitad y con la misma dinámica dio comienzo la segunda, sin continuidad en el juego y con muchas pérdidas de balón, aunque en el minuto 53 se vio la primera jugada destacada del encuentro: una excepcional acción individual de Villa, que encontró réplica en una magnífica parada de Kameni.
Esta jugada, unida a dos acciones posteriores de Mata y Villa cambiaron el ritmo del partido, que pasó de ser muy soso y aburrido a cobrar un dinamismo que hasta entonces no había tenido, con un mayor protagonismo del Valencia.
Este cambio en el ritmo del encuentro no impidió que el Espanyol tuviera alguna opción a la contra, como el tiro cruzado de Roncaglia que se convirtió en la ocasión más clara de su equipo hasta ese momento (m.63).
Zigic, revulsivoMediado el segundo periodo, el partido pasó a estar controlado, más territorial que futbolísticamente por el Valencia, pero el Espanyol, aunque se sentía más dominado, encontraba más espacios para el contragolpe y no renunció a buscar la victoria.
Un cabezazo de Villa al poste (m.78) fue la ocasión más clara del equipo local. Llegó cuando el Valencia más atacaba y contaba con Zigic como referencia en ataque, pero las contras del Espanyol cada vez eran más peligrosas
El partido se resolvió en la última jugada. Un balón controlado por Zigic llegó a Joaquín, quien avanzó y centró con precisión. El remate supuso tres puntos para el Valencia, que buscó la victoria más que su rival y que la encontró cuando ya no estaba en sus planes pasar del empate.
El castigo, por contra, fue excesivo para el Espanyol, sobre todo por la forma en la que se produjo la derrota, cuando el trabajo ya estaba prácticamente terminado.
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