MADRID.— El 10,6% del tabaco que se consume en España (excepto en Canarias) es de contrabando, según la última encuesta de cajetillas vacías realizada por la consultora IPSOS. Fuentes del sector tabaquero calculan que ese comercio ilícito le costará al Estado unos 950 millones de euros sólo en 2015, dinero que dejará de ingresar de los impuestos del tabaco que no se cobran por el contrabando. 

La buena noticia para el sector, es que la encuesta de IPSOS certifica que en los últimos seis meses se ha moderado el consumo de tabaco de contrabando: ha pasado de un 12,5% en el otoño de 2014 al referido 10,6% en 2015.

Pese a que fuentes del sector tabaquero aseguran que la "tendencia es positiva", no es menos cierto que en los últimos cinco años el consumo de tabaco de contrabando se ha triplicado: en 2010 representaba tan solo el 3,9% del total. Fuertes del sector achacan este fuerte repunte a "la crisis económica, a la venta por encima de la demanda razonable en algunas zonas y a cierta permisividad social".

El estudio de la consultora Ipsos, que se basa en contabilizar los paquetes de cigarrillos vacíos que se recogen en las calles y papeleras de las 58 principales ciudades españolas y cuyos datos suelen coincidir con los que maneja el Estado sobre el contrabando, muestra, sin embargo, que el contrabando de tabaco afecta especialmente a las Comunidades Autónomas de Extremadura y Andalucía. En este último territorio el 45% del tabaco que se consume es de origen ilícito. Además, hay otros efectos perniciosos del contrabando: el acceso más fácil de los menores al tabaco y el impacto en el empleo.

El estudio de Ipsos también desglosa el origen del contrabando de tabaco por fabricante y por su origen geográfico. El tabaco ilícito que se consume en España procede en su mayor parte de mercados como Gibraltar (20,2%), Andorra (13,8%), Canarias (5,3%), Argelia (2,8%) y Ucrania (2,8%).

Por fabricante, eel tabaco procedente del comercio ilícito, revela IPSOS, el 25,5% corresponde a Philip Morris; el 20,1% a la luxemburguesa H. Van Landewyck; el 17,5% a JTI; el 15% a la griega Karelia Tobacco; el 8,1% a Imperial Tobacco, propietaria de Altadis; el 4,4% a Unknown; el 3,5% a BAT y el 2,1% a Grand River Enterprises.

Por marcas, Ducal y American Legend, propiedad de la luxemburgesa H. Van Landewyck y la griega Karelia, suman un tercio (un 18,1% y un 14,9%, respectivamente) del tabaco ilícito en España, seguidas de Marlboro (14,3%); Winston (12,9%); Chesterfield (8,2%); Camel (4%); Fortuna (3,7%); Number 1 (3,2%); Ducados (2,9%); L&M (2,6%) y otras (15,2%).