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Apuntes tras una huelga del metal con tanqueta: el motor industrial de la Bahía de Cádiz no carbura

La falta de carga de trabajo en los astilleros amenaza con originar nuevas movilizaciones, según los sindicatos, mientras sigue la emigración de cientos de trabajadores a otras partes de España y Europa en busca de mejores condiciones laborales

Cortes de carretera durante la huelga del metal de Cádiz, a 18 de noviembre del 2021 en Cádiz (Andalucía).
Cortes de carretera durante la huelga del metal de Cádiz, a 18 de noviembre del 2021 en Cádiz (Andalucía). Nacho Frade / Europa Press

La industria del metal de Cádiz, la que sólo en el naval da empleo a cerca de 30.000 personas, sigue renqueante. La huelga que tuvo paralizado el sector durante nueve días del pasado noviembre se cerró con un acuerdo para un nuevo convenio colectivo, pero los problemas continúan. Falta carga de trabajo para cubrir la demanda de empleo y unos nubarrones cada vez más negros se ciernen sobre el horizonte de la Bahía, tanto que algún sindicato advierte ya de posibles nuevas movilizaciones, mientras cientos de trabajadores emigran a otras zonas de España y el extranjero en busca de mejores condiciones salariales y laborales.

La salud del metal es crucial para el estado de ánimo de Cádiz, porque no se trata de un sector cualquiera. La industria, en la que se incluye la aeronáutica, la construcción de plataformas offshore y el polo industrial de Algeciras, es el sector más importante de la provincia, después de los servicios. Supone el 16,20% del PIB de la economía gaditana, según el último Informe del Mercado de Trabajo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), es decir, algo más de cuatro puntos por encima de lo que representa la industria en toda Andalucía y similar al peso que tiene en la media española. Junto al conglomerado aeronáutico de Sevilla, es el núcleo industrial más importante de la comunidad.

En noviembre del año pasado, las costuras volvieron a reventar con una huelga de nueve días

El problema radica en que la salud de la industria del metal no es buena desde hace ya tiempo. Al menos, no es la deseada ni por las miles de personas que trabajan en ella ni por las poblaciones que dependen en gran medida de su aportación económica en una provincia donde las tasas de desempleo superan en muchas localidades el 25%, el doble del índice de paro medio de España. Y en noviembre del año pasado, las costuras volvieron a reventar con una huelga de nueve días consecutivos en la que hubo muchas barricadas, muchas pelotas de goma e incluso una tanqueta de la Policía Nacional para enfrentarse a los manifestantes, hasta que se llegó a un acuerdo entre los sindicatos y la patronal del metal que cerró el conflicto. Pero ese acuerdo no sirvió para solucionar la precariedad que arrastra este sector desde la reconversión naval que se ejecutó hace unos cuarenta años.

Esa reconversión supuso la eliminación de 7.500 puestos de trabajo, 5.500 de ellos de las plantillas de las cinco grandes factorías que dependían de lo que era el Instituto Nacional de Industria, las de Astilleros de Cádiz, Bazán y San Carlos. Pero, más que eso, supuso el progresivo adelgazamiento del empleo en las empresas con capital público, que se fue trasladando hacia las empresas auxiliares, privadas, con unas condiciones bastante más precarias. Luego vinieron otros episodios, como el fiasco de la empresa Delphi de componentes para la automoción, cuyo cierre en 2007 dejó en la calle a más de 1.600 personas, aparte de otras 1.300 en la industria auxiliar. Y más recientemente, el anuncio de cierre de la planta de Airbus en Puerto Real.

Las propuestas de los partidos en las elecciones

Ahora hay convocadas elecciones autonómicas en Andalucía. Y todos los partidos plantean propuestas para mejorar la situación de la industria en una comunidad donde el sector servicios, con el turismo como mayor exponente, tiene una prevalencia absoluta, ya que representa el 74% del PIB, casi 59 puntos por encima del industrial, de acuerdo con el Informe del Mercado de Trabajo del SEPE. Las dos únicas formaciones, sin embargo, que mencionan específicamente en sus programas electorales los problemas de la industria del metal de Cádiz son Por Andalucía y Adelante Andalucía.

Solo Por Andalucía y Adelante Andalucía  mencionan en sus programas los problemas del metal de Cádiz

"La progresiva desindustrialización en Andalucía, y en especial en la Bahía de Cádiz o Jaén, se ha convertido en uno de los problemas más importantes de su economía y estructura social. Desde el cierre de Santana Motor hace 10 años en Linares o el cierre de Delphi hace 14 en Puerto Real, hasta la situación actual de la planta de Airbus en Puerto Real, Abengoa, Alestis y Aernnova, o las movilizaciones del sector del metal de Cádiz, Andalucía precisa de actuaciones urgentes para rescatar a uno de sus principales motores de riqueza y de empleo", dice Por Andalucía.

Por su parte, Adelante Andalucía señala en su programa: "apoyar decididamente al sector naval de Andalucía como fuente de generación de empleo y motor económico de comarcas como la Bahía de Cádiz, Huelva y Sevilla, entre otras (...). Poner en marcha políticas de apoyo y bonificaciones a empresas y armadores que contraten la construcción de buques en los astilleros andaluces (...) Esto debe incluirse en el marco de un Plan de Acción en el que intervenga decididamente la SEPI, los sindicatos y el Gobierno andaluz para, por la vía de la gestión comercial y el trato preferente a los clientes, romper la dependencia de sectores estratégicos (como, por ejemplo, Navantia y Airbus) de la industria armamentística".

"Los astilleros están prácticamente vacíos"

Los sindicatos, mientras se dirime quién será el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, siguen ojo avizor. Y lo que ven en el horizonte parece que no es muy halagüeño para el sector del metal de la Bahía de Cádiz. Juan Linares, secretario provincial de Industria de CCOO, uno de los sindicatos que firmó el acuerdo que puso fin a la huelga de noviembre, advierte de que la situación no mejora, al contrario, está empeorando. Y amenaza tormenta.

Esta vez el problema no es el convenio colectivo, la subida salarial que se exigía en la huelga para afrontar el aumento de la carestía de la vida, el IPC, y que la patronal negaba. Esta vez el problema, que tampoco es nuevo, radica en la falta de carga de trabajo, en que no hay barcos que construir para cubrir toda la demanda de empleo que suponen los casi 30.000 soldadores, tuberos y caldereros de esta provincia. "Los tres astilleros de la Bahía son ahora unos desiertos industriales. Están prácticamente vacíos, porque la carga de trabajo es muy escasa", afirma Juan Linares.

Una vez prácticamente finalizadas las cinco corbetas encargadas por la Marina Real de Arabia Saudí al astillero de Navantia en San Fernando y a la espera de nuevos contratos, como la anunciada construcción de un buque de intervención subacuática para la Armada española, las reparaciones de cruceros y otras embarcaciones son, prácticamente, la única actividad en estas factorías de la Bahía de Cádiz. Y reparar no es lo mismo que construir. La carga de trabajo es menor, concentrada en un periodo de tiempo muy concreto e imprevisto.

El secretario de Industria de CCOO lo advierte: "No hay perspectivas claras de futuro para el sector naval"

El secretario de Industria de CCOO lo advierte: "no hay perspectivas claras de futuro para el sector naval. Hay un problema de carga de trabajo importante. Y está la cosa de tal manera que podría tener que volver la gente a salir a la calle a movilizarse. Esta incertidumbre constante es algo ya insoportable. Cada día que pasa, menos carga de trabajo a la vista, menos chapa entra en los talleres".

Por eso, ahora que hay elecciones autonómicas, los sindicatos también les piden a los partidos que no se olviden de que los astilleros son "el pulmón industrial" de la Bahía gaditana, junto con sus empresas auxiliares y toda la industria aeronáutica. Linares, por ejemplo, les reclama que trabajen para que este sector tenga una estabilidad y se acabe su incertidumbre, que apuesten claramente por la industria naval y su futuro.

La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) también tuvo una participación muy destacada en la huelga del metal, aunque no era una de las organizaciones convocantes. Durante todo el conflicto, esta organización se ocupó de poner el foco en que el objetivo no debía ser firmar un nuevo convenio colectivo, sino conseguir que se respetasen los anteriores, o sea, que se respetase lo que dice la ley sobre número de horas extra, pago de salarios, temporalidad de los contratos o seguridad en el trabajo, aspectos que, a su entender, se incumplen manifiestamente en las empresas auxiliares donde la precariedad campa a sus anchas.

Jesús Galván, portavoz de la CTM, lo que le pide a los partidos que se presentan a las elecciones andaluzas es que luchen por la "reindustrialización de la Bahía de Cádiz". A su entender, que los terrenos de Puerto Real que ocupaba la factoría de Delphi hayan sido adquiridos por el Cádiz CF para levantar allí una ciudad deportiva tecnológica supone una ofensa para los trabajadores del metal de la Bahía que quieren seguir trabajando en esta industria en su tierra.

Pero, según el portavoz de la Coordinadora de Trabajadores del Metal, tampoco basta con que haya trabajo, también tiene que cumplirse la ley, garantizarse unas condiciones mínimas en el empleo. "Obviamente –dice- hace falta carga de trabajo, pero una carga de trabajo digna. A mí no me sirve que haya sólo un trabajo para la supervivencia".

Cientos de trabajadores gaditanos emigran

Jesús Galván acaba de volver de Escocia, donde ha estado trabajando durante dos meses en una planta incineradora de basura. No es la primera vez que se ha tenido que ir de Cádiz para trabajar. Ya ha estado otras veces en Escocia y también en Bélgica, Portugal, Almería o Tarragona. A muchos sitios se ha tenido que marchar, porque en la Bahía gaditana ya no le contratan, vetado, según dice, por haber sido una cabeza visible de las protestas de los trabajadores que están hartos de sus condiciones laborales en las empresas auxiliares del metal.

Cada año se van cientos de soldadores, caldereros y tuberos de la industria del metal de Cádiz a trabajar fuera

Como él, cada año se van cientos de soldadores, caldereros y tuberos de la industria del metal de Cádiz a trabajar fuera, en otras partes de España o de Europa, no por represalias de los empresarios, sino porque, sencillamente, encuentran un empleo por el que, además, les pagan más y por menos horas de trabajo, con unas condiciones laborales mucho mejores que las de su tierra. "¿Por qué en Francia, en Holanda, hay trabajo y no dan abasto, y aquí no hay? ¿Por qué tenemos que irnos los trabajadores de Cádiz fuera? ¿Cómo no es viable un astillero como el de Puerto Real, con la superficie y las instalaciones que tiene?", se pregunta el portavoz de CTM.

De modo que, a falta de respuestas, cada año, cada mes, siguen emigrando operarios del metal con una gran experiencia laboral, integrantes de una escuela de varias generaciones de trabajadores reconocida mucho más allá de los límites de la Bahía de Cádiz. Aunque no hay datos oficiales, entre quienes se van dicen que son de 2.000 a más de 5.000 los miembros de esa escuela que se han ido en algún momento a buscar fuera lo que no encuentran cerca de su casa.

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