Las autoridades económicas europeas han declarado la guerra a la inflación, que en Europa roza el 10%. El Banco Central Europeo (BCE) subió este jueves sus tipos de interés en tres cuartos de punto porcentual –0,75% o 75 puntos básicos–, hasta situar los tipos de interés en el 2%.

Tras la reunión de su Consejo de Gobierno, el BCE informó de que también incrementa en 75 puntos básicos la facilidad de crédito, la que presta a los bancos a un día, hasta el 2,25%, y la facilidad de depósito, a la que remunera el exceso de reservas a un día, hasta el 1,5%.

La de este jueves es la tercera subida de los tipos en lo que va de año. La primera subida tuvo lugar en julio. Entonces los tipos de interés estaban en el 0% y el BCE los subió medio punto, hasta el 0,5%. A principios de septiembre, el BCE volvió a subir los tipos un 0,7%, hasta dejarlos en el 1,25%. Todo con el objetivo de contener una inflación que ahora mismo parece incontenible.

El precio del dinero se sitúa así en su nivel más elevado desde enero de 2009, cuando el BCE inició una senda de estímulos a nivel monetario para  hacer frente a la anterior crisis financiera. El BCE interrumpió brevemente esos estímulos en 2011 cuando decidieron volver a subir el precio del dinero durante unos meses. 

No será este el último incremento de los tipos de interés. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha asegurado que la senda de normalización de la política monetaria de la institución "aún no ha terminado", para dejar claro que "habrá más subidas de tipos en el futuro", aunque tanto su ritmo como la magnitud de las alzas se determinará reunión a reunión en función de los datos disponibles y que se tendrá en cuenta el riesgo de recesión.

A este respecto, ha advertido de que es probable que la actividad económica en la zona del euro se haya desacelerado significativamente en el tercer trimestre del año y se prevé un mayor debilitamiento en el resto de 2022 y principios del próximo año, advirtiendo de que, si bien los indicadores a corto plazo sugieren que todavía se estaban creando puestos de trabajo, "el debilitamiento de la economía podría conducir a un desempleo algo mayor en el futuro".

La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, han criticado recientemente que los bancos centrales, entre ellos el BCE, vayan llevar a las economías a la recesión para frenar la inflación.Lagarde no quiso comentar discursos políticos pero fue clara: "Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer". "Nosotros como banco central tenemos una misión que es luchar contra la inflación", la subida del coste de la vida y proporcionar estabilidad de precios.

"¿Eso quiere decir que somos ajenos al riesgo de recesión? Obviamente no", ha reconocido, aunque ha recomendado también a los gobiernos que las medidas de apoyo fiscal para proteger a la economía del impacto de los altos precios de la energía deben ser temporales y dirigidas a los más vulnerables.

Lagarde ha señalado también que el Consejo de Gobierno del BCE decidirá en la reunión de diciembre la reducción de su balanza. Hasta ahora el BCE reinvierte el principal de los bonos adquiridos con el programa de compra de deuda APP que vencen. La entidad decidirá en diciembre qué hacer con estos bonos para reducir su balance.

Además, el BCE ha decidido este jueves modificar las condiciones de las operaciones con las que facilitó de dinero barato a las entidades financieras  porque quiere que los bancos devuelvan lo que les ha prestado. Ahora les va a cobrar más al ajustar los tipos de interés aplicables a lasoperaciones de liquidez a partir del 23 de noviembre de 2022 y ofrece a los bancos fechas adicionales para los reembolsos anticipados voluntarios de esas operaciones.

El BCE prestó hace unos años a los bancos dinero a tipos de interés muy bajos, incluso negativos, para que prestaran rápidamente a la economía real, a las empresas y hogares, y así impulsaran el crecimiento económico, especialmente en la fase aguda de la pandemia. Pero ahora que el BCE sube los intereses y la tasa de depósito ya no es negativa, el tipo de interés que los bancos pagan por ellas es inferior al que reciben al depositar el exceso de reservas en la entidad. El banco central de la Eurozona considera que, en vista de extraordinario aumento de la inflación, es necesario recalibrar estas operaciones de liquidez a muy largo plazo para que sea coherente con la normalización de la política monetaria.

Subida de las hipotecas

La consecuencia más inmediata de la subida de tipos acordada este jueves por el BCE es el encarecimiento de las hipotecas. El Euribor ya estaba en pasado mes de septiembre en su nivel más alto desde 2009 y ahora en octubre seguirá aumentando. 

Ante este escenario, Adicae ha urgido a la banca a aplicar medidas para ayudar a los consumidores presionados por el entorno económico actual, dado que la nueva subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) muestra que el sector "sigue teniendo cuantiosos beneficios". "Adicae considera que el contexto de evolución de los tipos de interés justifica sobradamente que la banca afronte un esfuerzo real en las medidas a adoptar para ayudar a la situación de decenas o cientos de miles de hipotecados que pueden  afrontar dificultades crecientes, mientras la banca declara incrementos de beneficios", ha señalado en un comunicado la asociación.