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El valor de las eléctricas se dispara mientras el recibo de la luz continúa su escalada

Las tres mayores compañías valen en Bolsa 11.000 millones más (un 12,7%) que a principios de año.

Un Toro de Osborne cerca de la planta de energía eólica La Plana, en Zaragoza. AFP/César Manso

VICENTE CLAVERO

Las tres mayores eléctricas (Iberdrola, Naturgy y Endesa) han cerrado un primer trimestre espectacular en Bolsa. En sólo noventa días, se han revalorizado más que en todo 2018, que ya fue un año bueno para ellas. Las expectativas de beneficios y la búsqueda de inversiones seguras han elevado el interés por estas compañías.

Entre enero y marzo, la capitalización de Iberdrola (su valor en Bolsa) subió de 44.899 a 50.664 millones de euros, un 12,8%; la de Naturgy, de 22.275 a 25.017 (+12,3%), y la Endesa, de 21.313 a 24.023 (+12,7%). Si al término de 2018 valían en conjunto 88.487 millones, ahora valen 99.704, es decir, 11.217 más (un 12,7%).

Esta trayectoria es coherente con la que tuvieron las tres grandes eléctricas a lo largo de 2018. En el peor de los últimos ocho ejercicios para el Ibex 35, que perdió un 15%, tanto Iberdrola, como Naturgy y Endesa cerraron en positivo (+7%, +8% y +10%, respectivamente). Sólo otras cinco sociedades del selectivo español lo lograron.

Sin embargo, el comportamiento del primer trimestre, de mantenerse hasta fin de año, llevaría a las eléctricas a firmar un 2019 histórico. Aunque para ello sería necesario que siguieran concurriendo las dos circunstancias que más están empujándolas en Bolsa: el alto precio de la luz y la escasez de alternativas sólidas de inversión.

Pese a la suspensión por seis meses del impuesto del 7% a la generación que decretó el Gobierno en octubre, la factura eléctrica no para de subir. Para un consumidor medio, en 2018 ascendió a 784 euros, 19 más que en 2017, lo que facilitó que las compañías distribuidoras obtuvieran beneficios récord: Iberdrola ganó 3.014 millones (+7,5%); Naturgy, 1.245, (+57%) y Endesa, 1.511 (+4%).

Este año, los precios de la luz van por el mismo camino, debido a la adversa climatología, al encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 (lo que pagan las centrales eléctricas de gas y carbón por contaminar) y a la reimplantación en abril del impuesto eléctrico.

Sólo en enero, los precios se incrementaron un 25% respecto al mismo mes de 2018. En febrero, bajaron un 1,2%, pero en marzo volvieron a subir un 3,7%, siempre en comparación con los de un año antes. Las previsiones para el conjunto de 2019 apuntan a un incremento de en torno al 4%, sin contar el impacto fiscal.

Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el recibo de la luz ha subido en España un 30% en los últimos diez años, lo que sitúa al país entre los que más cara la pagan de toda Europa, sólo por detrás de Dinamarca, Alemania, Bélgica e Irlanda.

Todo ello está haciendo que el dinero de los inversores se vaya trasladando a las eléctricas, más aún a medida en que toman cuerpo los malos augurios sobre la economía. Ante ese riesgo, sectores como el inmobiliario o el bancario pierden interés, como ya quedó claramente de manifiesto el año pasado.

Las seis principales entidades financieras (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Bankinter), por ejemplo, se dejaron en 2018 un 26,4% de su valor bursátil, que adelgazó en nada menos que 48.200 millones de euros. Buena parte del dinero se fue a las eléctricas, que actuaron como valor refugio.

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