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La inflación de la Eurozona alcanza un nuevo récord en el 8,1% y eleva la presión sobre el BCE para subir los tipos

Los gobernadores de los bancos centrales de Austria, Países Bajos, Letonia y Eslovaquia dudan de que el incremento del precio del dinero previsto para julio sea suficiente, sobre todo porque la inflación subyacente no da señales de disminuir.

El logo del euro en la fachada del rascacielos donde tiene su sede el BCE en Fráncfort. REUTERS/Kai Pfaffenbach
El logo del euro en la fachada del rascacielos donde tiene su sede el BCE en Fráncfort. Kai Pfaffenbach / REUTERS

La inflación de la Eurozona alcanzó un récord en mayo, al situarse en el 8,1% interanual (frente al 7,4% registrado en abril y marzo), su nivel más alto de  toda la serie histórica, que pone en entredicho la opinión del Banco Central Europeo (BCE) de que las subidas graduales de los tipos de interés a partir de julio bastarán para frenar el persistente crecimiento de los precios.

Los precios han subido fuertemente en toda Europa durante el último año, inicialmente por los problemas de la cadena de suministro tras la pandemia, y luego por la guerra de Rusia en Ucrania, lo que sugiere que una nueva era de rápido crecimiento de los precios está barriendo una década de inflación ultrabaja.

Aunque la inflación general es ahora 4 veces mayor que el objetivo del BCE del 2%, los dirigentes de la autoridad monetaria empiezan a estar más preocupados por el rápido aumento de los precios subyacentes, que indican que lo que antes se consideraba un salto transitorio de los precios se está afianzando. La inflación, excluyendo los precios de los alimentos y la energía, que el BCE vigila de cerca, se aceleró desde el 3,9% al 4,4% interanual, mientras que una medida aún más ajustada, que también excluye el alcohol y el tabaco, se aceleró desde el 3,5% de abril al 3,8% interanual.

Entre los países de la Eurozona, las mayores subidas de los precios figuran Estonia (20,1%), Lituania (18,5%) y Letonia (16,4%), mientras que las tasas más bajas correspondieron a Malta (5,6%), Francia (5,8%) y Finlandia (7,1%).

Los precios también subieron a un ritmo récord en Alemania durante el mes de mayo, con un alza interanual del 8,7%, mientras que en Italia, tercera economía del euro, la inflación armonizada escaló al 7,3%. En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se ha situado en mayo en el 8,5%, frente al 8,3% de abril, reduciendo a cuatro décimas el diferencial de precios desfavorable respecto de la media de la eurozona.

¿Será suficiente la subida de julio?

Con la esperanza de controlar la inflación, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y su economista jefe, Philip Lane, ya han anunciado sendos aumentos de 25 puntos básicos en el tipo de depósito del BCE (actualmente en -0,5%) en julio y septiembre. Sin embargo, algunos dirigentes monetarios y economistas dudan de que esto sea suficiente, sobre todo porque la inflación subyacente no da señales de disminuir.

El problema es que una vez que los altos precios de la energía se filtran en la economía, la inflación se extiende y se afianza. Por ello, los gobernadores de los bancos centrales de Austria, Países Bajos, Letonia y Eslovaquia han afirmado que una subida de tipos de 50 puntos básicos en julio debería estar sobre la mesa.

Klaas Knot, el director del banco central neerlandés, llegó a afirmar que las expectativas de inflación se sitúan ahora en el extremo superior de lo que aún podría clasificarse como anclado, lo que indica que los hogares y los inversores podrían empezar a dudar pronto de la determinación del BCE de frenar el crecimiento de los precios. 

Por si parte, el gobernador del Banco Nacional de Eslovaquia, Peter Kažimír, dijo que, para controlar los precios, el BCE tendrá que volver a subir los tipos hasta el nivel "neutro", en el que no estimula ni frena el crecimiento, pero incluso esto puede no ser suficiente. "El tipo neutro está entre el 1% y el 2%. Para mí, está más cerca del 2%", dijo Kazimir. "Por tanto, lo que tenemos por delante es un recorrido de unos 200 puntos (básicos). Podríamos lograrlo el año que viene".

El BCE se reunirá de nuevo el 9 de junio, donde pondrá fin formalmente al programa de compra de bonos a finales de junio y seguirá señalando las subidas de tipos.

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