Estamos viviendo la realidad más dura y difícil de esta crisis con una enorme desigualdad. Mientras unos ven reducidos sus sueldos, pierden sus viviendas, sus empleos, sus posibilidades de formarse, de tener unas condiciones de vida, de salud y una vejez dignas, las entidades financieras reciben ingentes ayudas y los servicios públicos se privatizan.

En menos de un año, el Gobierno está demoliendo más de treinta años de construcción democrática y está realizando una involución en nuestro modelo económico y social. Y amenaza con seguir socavando los pilares de nuestra convivencia democrática y de nuestro Estado de Bienestar.

El 14 de noviembre, los trabajadores, los ciudadanos en general, tenemos que dejar claro que éste no es el camino que queremos; que las políticas de recorte que el Gobierno aplica, y los empresarios refrendan, nos están conduciendo directamente al desastre.

El Ejecutivo es responsable de aplicar estas políticas de recorte que nos ahogan y que contradicen su programa electoral; de gobernar de forma poco transparente, con un doble lenguaje; de menospreciar el diálogo, con los interlocutores sociales y con los partidos políticos -gobierna a golpe de Real Decreto- y de mantener una actitud soberbia y prepotente con los ciudadanos españoles, mientras se muestra servil ante el Gobierno de Berlín. No tiene visos de parar, sino de ir a más porque, se está aprovechando la crisis, para imponer un modelo ideológico, coincidente con el que defiende el partido del Gobierno.

Tenemos que impedirlo, secundar masivamente esta convocatoria, participando en la huelga, en las manifestaciones, mostrando nuestro rechazo a través del consumo -comprando un día antes o un día después-. Es decir, formando parte de esa ciudanía ruidosa a la que el Gobierno debe pedir opinión y escuchar.

El día 14N no estaremos solos, los trabajadores del resto de Europa estarán con nosotros en una jornada de acción y solidaridad sin precedentes porque esto nos afecta a todos.

Cándido Méndez es secretario general de UGT