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"Muchos de los que están en el 15-M acabarán en un partido"

Belén Barreiro. Politóloga. Ve el movimiento como el germen de una reflexión general sobre la democracia

CAROLINA MARTÍN

Desde noviembre de 2010, la doctora en Ciencias Políticas Belén Barreiro dirige el Laboratorio de la Fundación Alternativas, que publicará próximamente la primera radiografía del 15-M, un movimiento 'sobre el que se ha opinado, pero del que se sabía poco', explica. A la actividad 'intensa' que tiene en la fundación, la expresidenta del CIS ha añadido una nueva tarea. Como miembro del Comité de Estrategia del PSOE trabaja en el proyecto del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba.

¿Acudió a alguna de las acampadas del 15-M?

Estuve en la acampada de Sol dos días antes de las elecciones municipales, pero no participé. Fui por interés sociológico, para ver cómo estaba y qué decían.

¿Cree que perdurará?

Perdurarán las demandas, pero no sé si lo hará el movimiento. Este ha sido fundamental para que políticos, medios y ciudadanos hagan una reflexión seria sobre cómo estamos y cómo podemos mejorar la democracia, en términos políticos, sociales y económicos.

¿Y qué futuro augura al movimiento?

Lo importante es que los partidos de izquierda han reaccionado. Puede perdurar como lo hicieron los movimientos feministas, transformándose y entrando en los partidos. Es totalmente imaginable que muchos de los que están en el 15-M y sus demandas acaben en un partido, aunque ahora no lo crean. Todo dependerá de la capacidad de las formaciones para absorberlo. El movimiento debe estar no necesariamente dentro de los partidos, pero sí con una vinculación.

'En España, la derecha tiene una visión de la democracia muy procedimental'

Los estudios de Alternativas muestran que las movilizaciones ciudadanas han impulsado el voto protesta y que el gran perjudicado ha sido el PSOE. ¿Cuál es la explicación?

Por un lado, influye que el PSOE es el partido que está en el Gobierno. Pero también incide que el movimiento del 15-M, contrariamente a lo que han dicho algunos análisis de varios medios, es tremendamente político y se identifica con la ideología de izquierdas. De hecho, se sitúa en el 2,8 de la escala ideológica, más a la izquierda que el conjunto de la sociedad. Además, es un movimiento en el que hay poca participación electoral -diez puntos menos que el conjunto de la población-, y los que sí lo hacen votan a partidos minoritarios u optan por el voto protesta.

Siendo un movimiento de izquierdas, ¿por qué no ha beneficiado a opciones como IU?

IU debería analizar seriamente por qué no ha sido capaz de canalizar las demandas del 15-M. No le hubiese costado mucho, precisamente porque se sitúan a medio camino entre el PSOE e IU y son perfectamente asumibles por un partido que está en la oposición como es IU. Habrá que mirar otros factores, como el liderazgo, si tiene un líder que convence o no, y el mensaje con el que tratan de conectar con el movimiento.

¿Y por qué no se ha visto afectado el PP?

Porque no es el partido al que los movilizados del 15-M miran.

'Esto es democracia y no lo de Sol', coreaban los simpatizantes del PP el 22-M. ¿Por qué cree que la derecha ve con tanta desconfianza el 15-M?

En España y en otros países europeos, la derecha tiene una visión de la democracia muy procedimental. Es decir, los conservadores creen que la democracia es el mejor sistema posible y lo definen como un sistema de elecciones repetidas, libres y limpias en un Estado de derecho consolidado, pero no miran los resultados. La izquierda, sin embargo, se fija en la democracia no sólo como procedimiento, sino que repara en los beneficios que reporta a los ciudadanos.

'El proyecto del PSOE es sensible a las demandas del 15-M, pero sin caer en el servililismo'

La indignación que expresan los ciudadanos también es contra el poder desmesurado de los mercados. ¿Tiene credibilidad el PSOE para hacer ahora guiños a la izquierda con temas como los impuestos a la banca?

Sí, la tiene porque el momento es distinto. El PSOE está haciendo propuestas de futuro para la próxima legislatura, en la que España se habrá recuperado de la crisis. Algunas de las medidas que no se han podido tomar ahora, sí se podrán adoptar en un futuro próximo.

¿Qué le pareció el discurso de Rubalcaba durante su proclamación como candidato?

Más allá de lo que está ocurriendo ahora, hay que tener un proyecto para los próximos cuatro o cinco años. Hay que hacer ese esfuerzo porque cuando España salga de la crisis se podrá aumentar otra vez el gasto público y tendrá que decidir cuáles son las prioridades de gasto. Rubalcaba ha definido claramente las suyas: el empleo y el Estado del bienestar. El PP, de momento, no las ha dicho. También me parece bien, porque es un proyecto sensible a las demandas del 15-M, pero sin caer en el servilismo. Se nota que se ha escuchado, se ha reflexionado sobre las propuestas y se ha sabido filtrar aquello que es políticamente posible y razonable de hacer.

¿No es extraño que una de las principales reivindicaciones de los indignados sea la reforma de la Ley Electoral? A priori parece algo lejano de las preocupaciones de los ciudadanos.

La demanda de reformar el sistema electoral refleja la petición a los políticos para que sean más cercanos. Por eso, valoro muy positivamente que el PSOE haga la propuesta. La complicidad y mostrar que estás dispuesto a escuchar es importante para que los ciudadanos apoyen un proyecto de cambio para España.

Los estudios de Alternativas también muestran un enorme enfado con los medios de comunicación. ¿Qué hacen mal y qué deben cambiar para salir de la lista negra de los indignados?

En las encuestas del CIS, la valoración del periodismo como oficio es muy positiva frente a la de los medios, que es negativa. Los ciudadanos perciben que los medios tienen más poder de influencia del que deberían y que no están utilizando ese poder a favor de los ciudadanos. Detrás puede haber una acusación de cierta falta de neutralidad en la manera en que se cuenta la realidad política. Los medios juegan un papel de transmisores de información y si no se hace con neutralidad, hay ciudadanos que pueden reaccionar.

'El movimiento es tremendamente político y se identifica con la ideología de izquierdas'

Si el asunto que más molesta a los indignados es la corrupción, ¿por qué no tiene luego efectos electorales?

La corrupción a veces sí se castiga en las urnas. Se hizo en la ultima legislatura de Felipe González. En el informe sobre la democracia que hemos publicado, hay un capítulo que muestra que una de las razones por las que los ciudadanos no castigan la corrupción es porque en las comunidades en las que hay corrupción, los que votan al partido en el Gobierno consumen informaciones que minimizan los casos de corrupción. Hay varios estudios que muestran que en 2007 -y todo apunta a que también en 2011- la corrupción no se ha castigado. En un momento como este, en que la preocupación es el paro, hay quienes descuentan el factor corrupción.

Cree que una opción como Equo podría convertirse en la preferida de los indignados?

Podría ser, pero la capacidad que tengan otros partidos de izquierdas de crecer dependerá mucho de la que tenga el PSOE para reaccionar. Este movimiento para lo que realmente es importante es para que las formaciones mayoritarias, especialmente el PSOE, puesto que los ciudadanos que están en estas manifestaciones son de izquierdas, reflexionen seriamente sobre qué se le está pidiendo a la izquierda.

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