Este artículo se publicó hace 12 años.
El 15-M se ve reforzado tras el impulso de su aniversario
Los indignados aseguran que seguirán sacando a las calles y las plazas sus recetas alternativas contra la crisis política, económica y social
Han sido cuatro días intensos. A la masiva manifestación del sábado le siguieron decenas de asambleas temáticas, charlas, talleres y convocatorias. En la celebración de su primer cumpleaños como participantes de un movimiento popular, los indignados han intentado demostrar no sólo que siguen vivos y coleando, sino que tras un año de trabajo en las plazas continúan teniendo recetas alternativas con las que atajar una crisis que amenaza con hacer saltar por los aires algunos de los pilares básicos del Estado del bienestar. Participantes de los distintos colectivos y asambleas que conforman el Movimiento 15-M hacen balance de estas movilizaciones y coinciden en afirmar que enfrentan el futuro "con optimismo" tras haber recuperado en estas jornadas el pulso perdido por la multiplicidad de acciones o la carencia de su componente novedoso.
Los participantes creen que importa más seguir creando "conciencia social" que la "anécdota" del aniversario
Integrantes de la asamblea que se encarga de difundir las acciones del 15-M madrileño como Marta Franco o Pablo Cevas convienen que las actividades de los últimos días han servido para "devolver la ilusión" por el movimiento, pero también para "profundizar" en las acciones realizadas en los barrios en los últimos doce meses. No obstante, insisten en no recrearse en la "anécdota" del aniversario y apuestan por "seguir creando conciencia social". "Si alguien decía que esto iba para abajo hemos demostrado que no", asegura Pablo. Marta, por su parte, prefiere hablar de "participación" más que de respaldo y valora el hecho de que la Puerta del Sol, y las plazas aledañas, se hayan llenado estos días de gente hablando, en las asambleas temáticas, de "los temas que les preocupan", más allá de que estas convocatorias hayan sido o no masivas.
José Díaz, otro activo participante del 15-M en Madrid, rescata el componente rebelde del movimiento. "Hemos demostrado que la soberanía reside en el pueblo y hemos puesto de manifiesto nuestro derecho a la desobediencia civil más allá de las prohibiciones de los políticos". En este sentido, también pone en valor el hecho de que, en estas jornadas, se haya evidenciado que el 15-M va "más allá" de la protesta callejera y que es capaz de "elaborar alternativas".
Trabajar "en lo local" y al lado de los que sufren la crisis son claves ahora, dicen los indignados
Los indignados encaran el futuro con la convicción de que el trabajo "en lo local" y el estar "al lado de los que peor lo están pasando en esta crisis" son condiciones necesarias para un movimiento que aspira a tener "recorrido político" y a ser "sostenible en el tiempo". "Tenemos que ahondar en el contacto directo con la gente, tejer redes de autoayuda y demostrar a la población que no está sola", asegura Kike Castelló, portavoz de la plataforma Democracia Real Ya (DRY). Como retos a cumplir una vez superado su primer cumpleaños, los indignados apuestan por "ahondar" en la defensa de los servicios públicos, la lucha por la vivienda digna y contra los desahucios o la creación de espacios de participación común. En este sentido, Marta rescata un par de iniciativas que pueden tener un prometedor recorrido en los próximos meses. Se trata del Tribunal Ciudadano de Justicia (TCJ), que tratará de investigar el fraude bancario, o la campaña de promueve una auditoría de la deuda.
Otro aspecto a señalar, insisten en el movimiento, es la "represión policial" que dicen haber sufrido en los últimos días. Lo cierto es que, aunque las protestas fueron pacíficas en todo momento, según datos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, desde la tarde del sábado 12 de mayo a la madrugada del miércoles, 560 personas fueron identificadas por los agentes por sobrepasar el límite horario marcado por la Delegación del Gobierno en Madrid para reunirse en la Puerta del Sol o por no tener la autorización pertinente para manifestarse tal y como ocurrió en la acción llevada a cabo el pasado lunes frente a la sede central de Bankia. Además, 28 activistas fueron detenidos en los cuatro desalojos nocturnos. "Es una auténtica vergüenza que se reprima a la gente por estar tranquilamente charlando en una plaza", opina Kike. Pablo, por su parte, asegura que esta "estrategia del miedo" que, a su juicio, enarbolan las autoridades políticas no hará que cesen sus reivindicaciones.
Aprender a "gestionar los recursos"Kike, de DRY, afirma que tal vez debió cuidarse más la imagen del 15-M
A la hora de hacer autocrítica, algunas voces apuntan hacia las asambleas "demasiado largas o poco operativas" y al empeño de algunos manifestantes, no de la mayoría, de quedarse en la Puerta del Sol durante las últimas noches. En este sentido, ponen de manifiesto la importancia de "aprender a gestionar los recursos". Esta opinión fue repetida en varias ocasiones en las asambleas generales que se celebraron durante estos cuatro días de protesta ininterrumpida. "Está claro que cada uno puede hacer lo que quiera, pero no tenía mucho sentido gastar energía en permanecer en la plaza cuando había programadas actividades muy interesantes desde primera hora de la mañana", apunta Marta.
En la tabla de las cosas a mejorar, Kike, de DRY, también alude a la imagen del movimiento. "Quizá tendríamos que haberla cuidado más en algunos momentos", asevera. Según este activista, las imágenes de gente "bebiendo latas de cerveza" en la plaza, a pesar del intenso calor, puede ser la "munición perfecta" para los que quieren "desprestigiar" el 15-M. No obstante, lanza un aviso a navegantes: "A los que quieren vender que en la Puerta del Sol lo que habían era un botellón, solo les diría que nunca he visto ninguno tan limpio como este".
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