Este artículo se publicó hace 14 años.
2010, el año de los cambios
La ley de los mercados se impuso a la de la política en el año del ajuste duro contra la crisis y el enésimo contraataque del Gobierno con todas las encuestas en contra
Muchos no entenderán que les pida más esfuerzo". El guión político de 2010 tiene en esta frase, pronunciada el 12 de mayo por el presidente, su punto de máxima tensión dramática. Ese día, ante el Congreso, Rodríguez Zapatero se plegó a la voracidad de los mercados y apretó el acelerador de los recortes. La crisis desdibujó su estrategia y alimentó una espiral de reformas que aún no han llegado a su fin. El año del ajuste ha sido un curso de cambios.
El jefe del Ejecutivo ha resistido al timón de una travesía que zozobró en su ecuador azotada por los mercados y ha encontrado el salvavidas nacionalista para conjurar el fantasma de un adelanto electoral. CiU dio la cara con el tijeretazo y no volvió a hacerlo. Meses más tarde, el PNV y Coalición Canaria salvaron los Presupuestos, aliándose con el PSOE en un pacto que sus firmantes apellidaron de estabilidad.
A cara de perro"Convoque elecciones", apremió el líder del PP al jefe del Ejecutivo en el debate sobre el estado de la nación celebrado en julio. "España ya no le importa; sólo sus intereses", le replicó Zapatero. Este juego de vías paralelas hasta el infinito resume doce meses cara a cara entre el líder del PSOE y el del PP.
Mariano Rajoy se ausentó en la segunda jornada del debate. Su escaño vacío sintetiza un año de anemia propositiva por parte del partido conservador. El cadáver de su adversario, de momento, sólo ha pasado en forma de encuestas, que han situado al PSOE en sus horas más bajas.
Al contraataque, Zapatero acometió en octubre una profunda remodelación de Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba fue investido como el nuevo hombre fuerte y María Teresa Fernández de la Vega, conducida al olvido. El jefe del Ejecutivo movió sus fichas después de que las elecciones primarias se saldaran en Madrid con la derrota del aparato del PSOE y la victoria de Tomás Gómez.
En un año de mudanzas, Catalunya cambió de color en noviembre. CiU aplastó al PSC en las elecciones y José Montilla tomó el camino de salida. Cuatro meses antes, el Tribunal Constitucional había fallado en contra del Estatut dejándolo tocado.
El curso ha sido pródigo en nombres trasegados. El juez Baltasar Garzón se marchó en mayo al exilio de La Haya, perseguido, entre otras causas, por su investigación sobre los crímenes del franquismo. Sólo un mes antes, en abril, miles de personas tomaron la calle para gritar "no a la impunidad".
No todo cambia. Gürtel siguió marcando al Partido Popular. Nuevas evidencias de financiación ilegal del PP acorralaron a Francisco Camps en la Comunitat Valenciana. La Justicia retiró a Jaume Matas su pasaporte y el ex tesorero de Rajoy, Luis Bárcenas, abandonó en abril. Días después, Anticorrupción reclamó a Esperanza Aguirre las cuentas de Fundescam.
ETA se mueveETA perdió su enésima cabeza en marzo y se movió anunciando una tregua en septiembre sin atreverse a dejar las armas. Su futuro marcará el tiempo político que viene. También sin escribir está el final de la crisis con la que Marruecos incendió el Sáhara y abrasó al Gobierno en noviembre.
Son asignaturas que cruzarán la frontera de diciembre para completar un año espoleado por los ajustes que pone en suerte un curso electoral: 2011, inicio de la campaña permanente que llevará a las próximas generales.
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