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24 horas para indignarse

Crónica del día en que el intento de desmantelar el campamento de la plaza de Catalunya acabó con 121 heridos

PAU RODRÍGUEZ / ROSA FERNÁNDEZ

Poco antes de la una de la tarde se caía, pese a los esfuerzos para impedirlo de un grupo de indignados, la última tienda de campaña que quedaba en pie en el centro de la plaza de Catalunya. Este trabajo ya no lo hicieron los operarios de la limpieza, sino los mismos guardias municipales. La derrota que se podía leer en algunas caras duró poco. Minutos después del desmantelamiento total, se abría el cordón policial y cientos de personas corrían hacia el centro de la plaza en lo que significaba volver adueñarse del espacio. Empezaba la reconstrucción de la acampada de Barcelona, tan sólo cinco horas después de que los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana comenzaran a acordonar la zona.

06:45

'La plaza está totalmente rodeada por más de cien policías', recoge el Twitter de la acampadabcn. Un numeroso efectivo de la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra entra en la plaza de Catalunya mientras cerca de 400 acampados aún se están despertando, desconcertados. La policía explica a los acampados que la operación forma parte de un dispositivo de limpieza por cuestiones de salubridad. Un helicóptero sobrevuela la zona. Las autoridades piden a los indignados que se vayan, pero la mayoría de los presentes deciden quedarse y se ofrecen para ayudarles en la limpieza. 'Siempre sentados y pacíficamente', remarca Joan Ajea, uno de los indignados. Los Mossos, que actúan conjuntamente con la Guardia Urbana, aseguran que no se trata de un desalojo.

08.30

A esa hora la noticia vuela por la red, corren los mensajes de teléfono que llaman a la movilización y en los alrededores de la plaza ya se amontonan cientos de personas. La policía ha creado un cordón que da la vuelta a la plaza imposibilitando el acceso a ella a los concentrados que han llegado para ofrecer su apoyo, gracias al efecto de internet. Mientras, dentro, unos 300 indignados continúan resistiendo sentados. La brigada de limpieza, formada por decenas de camiones de basura, está desmantelando todo el campamento: carpas, comisiones, carteles ... Pero, sobre todo, los acampados se quejan de que están llevándose los ordenadores y quedándose los discos duros. A esa hora, en una entrevista en Els matins de TV3, el portavoz del Govern, Francesc Homs, niega que la operación sea 'un desalojo' y garantiza una actuación con 'la justa proporcionalidad'.

09.30

Dos cordones policiales rodean la plaza de Catalunya. Uno interior, formado por agentes de la Guardia Urbana, para rodear los cientos de acampados, y otro para evitar la entrada de los manifestantes que esperan fuera. El cordón exterior intenta ampliar su perímetro, pero ante la resistencia pacífica de la gente -sentada y con las manos en alto, mientras la situación lo permite- los Mossos recurren a los primeros golpes de porra. Sobre todo en la salida por la Rambla de Catalunya empiezan los golpes, las carreras y los gritos. Las ambulancias ya acogen los primeros heridos y las cámaras de televisión graban cómo la gente, sentada, encaja la violencia de los cuerpos de seguridad. 'De plaza de Catalunya no nos moverán', gritan. Por los alrededores, los curiosos muestran su apoyo a los manifestantes.

10:15

'Están pegando a la gente en la plaza', informa el Twitter de los indignados. Lo peor, sin embargo, está por llegar. Parte de los camiones de la brigada de limpieza tiene que empezar a salir, y los antidisturbios intentan escoltarlos ante la presencia de los manifestantes que, siempre intentando permanecer sentados, los cortan el avance. La policía abre paso a porrazos. Limpiamente. La multitud les empieza a desbordar. Intentan salir por la Ronda de Sant Pere. Una mujer que ronda los 50 años muestra el libro Indignaos!, de Stéphane Hessel, a los policías. Lo tienen a un palmo de sus cascos. Se alzan las porras y corren los manifestantes. Pero vuelven a sentarse. Y así sucesivamente durante casi media hora. Un joven corre hacia la ambulancia con la camiseta llena de sangre y una brecha en la cabeza. Una mujer, con las gafas rotas, muestra su espalda, llena de moratones. Cada vez hay más personas mayores. '¿Dónde está el número de placa?', pide la gente en alusión al número de identificación de los policías. No está.

De repente, se escuchan sirenas desde el lado opuesto a donde se encuentran los camiones de la basura. Vienen de plaza Urquinaona. Empieza la carga y mucha gente queda atrapada. Resuenan los primeros disparos. Algunos con escopetas de bolas, otros con las nuevas armas que se adquirieron hace unos meses. Una botella de plástico impacta contra una furgoneta de los Mossos, pero rápidamente la gente pide calma. Continúan las carreras y los disparos en la ronda de Sant Pere. Cada vez son más los que cojean. La policía también corre de un lugar a otro. Están desbordados. De Lleida llegan noticias de otro desalojo. Por la tele, la cadena Antena 3 retransmite la situación en directo en plaza de Catalunya. Sin interrupciones. El helicóptero sigue sobrevolando la escena. Su ruido ensordecedor controla los movimientos desde arriba. Sabe hacia dónde deben mirar los agentes desplegados en tierra.

11:30

Tras la carga, la situación se estabiliza. Los Mossos continúan acordonando la plaza y afuera la gente se sienta a sus pies. El Sistema de Emergencias Médicas comunica los primeros datos sobre los heridos: 43, todos leves. Reparten flores. Fuera, entre la gente corre agua, leche y galletas. Dentro, la situación es más austera. Una joven reparte trozos de manzana y de melón. Alguien se lleva a la boca una galleta. Esto y el agua es lo único que les queda de la comisión de cocina, que hasta las ocho de la mañana era una auténtica despensa.

El aislamiento policial impide ir hasta los lavabos portátiles instalados en el flanco del Corte Inglés. Salir significa no poder volver a entrar y cuatro horas de aislamiento comienzan a generar necesidades. Se han improvisado unos servicios con unas telas que dan cierta intimidad condicionadas por unas garrafas de agua recortadas por la mitad. Algunas ya están llenas de orines y se empiezan a acumular.

Fuera, entre aclamaciones, aparece un equipo de abogados que ya había ofrecido su apoyo a los indignados en ocasiones anteriores. Traspasan el cordón policial y se disponen a mediar entre las autoridades y los indignados que aún están dentro la plaza. Según explica Joan Ajea, uno de los acampados, se hace una 'asamblea' para decidir cuál debe ser su actuación. De momento, no les dejan moverse.

12:55

'Algunos han superado el cordón de los Mossos', anuncia Twitter, desde la plaza. Ya son miles de manifestantes los que hacen presión alrededor del cordón policial. La mayoría sentados. Algunos flancos del cordón estén cediendo, y la gente accede al interior de la plaza. Mientras la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra se repliega, los acampados reciben con euforia la marea de gente que vuelve a llenar la plaza de Catalunya. Algunas dotaciones de policía se han quedado aisladas, pero consiguen irse, mientras disparan al aire, en dirección a la ronda de Sant Pere, donde está el resto del despliegue. Algunos manifestantes les persiguen. Otros, enseñan a las cámaras las marcas que las porras les han dejado en los muslos, la espalda y los tobillos. La plaza de Catalunya vuelve a estar llena de gente; cerca de 2.000 personas celebran el final de la actuación policial. Por las redes sociales corre la voz para convocar un nuevo encuentro, a las siete de la tarde, en la misma plaza. También se difunde una recogida de firmas pidiendo la dimisión del conseller de Interior, Felip Puig. Las furgonetas de los Mossos desaparecen disparando salvas. El número de heridos, según el SEM, llega hasta los 87. Se mantiene el helicóptero.

14:30

En señal de protesta contra la actuación policial en el centro de la ciudad, un grupo de estudiantes corta la avenida Diagonal. Montan mesas y sillas con la intención de hacer clase. La protesta se alarga durante horas y provoca colas kilométricas. Los estudiantes, que son cerca de un centenar, elaboran pancartas para acudir a la concentración de la plaza de Colón y luego a la de plaza de Catalunya. Mientras tanto, en el epicentro de la indignación barcelonesa se vuelve a reconstruir parte del campamento desmantelado.

El recuento final del Sistema de Emergencias Médicas es de 121 heridos, 37 de los cuales son Mossos d'Esquadra. De todos ellos, según el SEM, 12 han sido trasladados al hospital, y tan sólo dos presentaban fracturas graves.

16:30

A primera hora de la tarde, afloran las muestras de rechazo a la actuación policial que ha desmantelado la acampadabcn. El Colegio de Abogados de Barcelona denuncia 'la violación del derecho de reunión', 'la falta de voluntad de diálogo previo', 'el uso desproporcionado de la fuerza', 'la ausencia del distintivo identificativo en el uniforme policial ', 'el acoso y la agresión a profesionales del periodismo' y 'la intervención ilegítima de los bienes de los acampados'. Suficientes argumentos para pedir una investigación de los hechos. El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, anuncia que abrirá una investigación. El Colegio de Periodistas critica las agresiones de los cuerpos de seguridad a los profesionales de la información. Entre los afectados, un fotógrafo de Público. También los sindicatos lamentan la planificación de la intervención. Lamentan 'la hora' de actuación y 'el número de efectivos'. Tampoco gusta la coordinación con la Guardia Urbana. 'Traed flores a la concentración de las 19 h', pide un tweet.

17:30

Mientras los indignados se recuperan de los golpes recibidos, el consejero de Interior, Felip Puig, comparece delante de los medios. Ya son más de 10.000 las firmas que piden su dimisión. 'Volvería a dar el orden de actuación policial si se repitiera la situación', dice desafiante. Pero descarta hacerlo en breve. En la plaza de Cataluña la gente sigue sus palabras con atención. Y la indignación sigue aumentando. Bajo el pretexto de limpiar la zona, Puig defiende la actuación de los agentes: 'Se han visto acorralados y atacados', asegura. Sin embargo, las imágenes de la carga, hablan por sí solas.

El conseller parece incómodo y evita hablar de desalojo. 'Sólo ha sido una operación de limpieza', dice. Pero lo cierto es que se han llevado muchas de las pertenencias de los indignados. Menos las ideas. Mientras Puig habla, reconstruyen las instalaciones y lanzan un grito al diálogo asambleario. Precisamente esta organización es para Puig un problema: 'El hecho de que no tengan portavoz no nos ha permitido dialogar con ellos', dice.

A pesar de apelar al respeto de la lucha de los indignados, el consejero califica la concentración de 'parque temático'. Alboroto entre los periodistas que siguen las redes sociales mientras Puig habla. Las muestras de apoyo digital que acumula la iniciativa ciudadana no son suficientes para el Gobierno. 'Sólo ha habido un pequeño porcentaje de energúmenos que no ha querido marcharse cuando se les avisó', asegura. Puig defiende la actuación policial como puede y opta por culpar de los hechos la 'resistencia incívica' de los indignados.

19:00

Comienza una concentración multitudinaria en la plaza de Catalunya. Manos blancas y flores como bandera. Miles de personas de todas las edades se unen al grito de 'Puig dimisión'. La indignación se ha visto multiplicada por los golpes de porra y el desmantelamiento del campamento. Los concentrados tienen más apoyo que nunca. Ya son más de 20.000 las firmas que piden la dimisión del conseller. Clara, una estudiante que se ha sumado a la protesta al acabar las clases, habla con Julia, una nonagenaria que anima a los jóvenes a 'seguir luchando'.

19:30

El monumento a Francesc Macià se convierte en una sala de prensa improvisada. El abogado Jaume Asens critica 'la actuación desproporcionada de la policía' y reclama que se depuren responsabilidades, informa Brais Benítez. Los gritos de los miles de concentrados en la plaza siguen como telón de fondo. Comienzan a repicar algunas cazuelas. Manuel Delgado, profesor de antropología urbana de la UB, critica que los concentrados sólo sean 'suciedad' para el Gobierno. 'No encajaban con la postal idílica que quieren vender de Barcelona', concluye. Lucía, de la comisión de comunicación, explica que ya tenían previsto limpiar la plaza y retirar posibles objetos peligrosos para evitar altercados mayores con una posible celebración del Barça. 'Ya nos habíamos puesto en contacto con las peñas barcelonistas', explica.

21:00

'La cacerolada comienza en la plaza. No tenemos ningún miedo ', dicen los indignados en Twitter. Después de una hora de repicadas, empieza la asamblea que oficia el renacimiento del 15-M en Barcelona.

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