Este artículo se publicó hace 13 años.
28.000 'patatas calientes'
Las medidas de Berlusconi para deshacerse de los inmigrantes
Unos 28.000 inmigrantes han llegado por mar en 2011 a Italia (la mayoría, a la isla de Lampedusa) provenientes de Túnez y Libia. Truncado el bloqueo marítimo, el Gobierno italiano lleva semanas haciendo malabares para sacarlos de sus fronteras. El primer ministro, Silvio Berlusconi, incluso llegó a plantear pagarles hasta 1.700 euros para que regresasen a sus países. El 14 de febrero, cuando apenas eran 5.000 los recién llegados, Il Cavaliere alarmaba con que se iba a producir un "éxodo bíblico" desde Túnez.
La acogida de los magrebíes ha desatado las airadas demandas de Berlusconi y del ministro del Interior, Roberto Maroni (del partido xenófobo Liga Norte), contra la Unión Europea (UE) por no aceptar el reparto de los inmigrantes en el resto de países. ¿Pero 28.000 personas son inasumibles para el sistema de acogida de un Estado como el italiano, donde viven 60 millones de habitantes?
"La cifra es ridícula si se repartiesen por toda la UE", señala una experta
En el país, hay registrados 4.235.059 extranjeros, según el censo del Istituto Nazionale di Statistica del 1 de enero de 2010. En los últimos ocho años, el ritmo de crecimiento ha sido de entre 230.000 y 500.000 foráneos nuevos cada año.
"28.000 sería una cifra ridícula si se repartiesen por la Unión Europea", defiende Sara Prestianni, coordinadora de Migreurop, la mayor red de ONG de inmigración de Europa, que apunta que "Italia también puede asumirla, pero ha demostrado que no tiene nivel ni capacidad de acogida por cómo les ha tratado en los últimos años".
Schengen, en riesgo"Habrá un éxodo bíblico desde Túnez", alarmó en febrero Berlusconi
La activista defiende el derecho del Gobierno de Berlusconi para darles los permisos de residencia temporal que les ha concedido, de la misma forma que España pudo plantear una regularización extraordinaria por circunstancias excepcionales en 2005. "Cada país tiene su soberanía", explica.
También reconoce el derecho de Francia para bloquear la entrada de los inmigrantes en su territorio, aunque la actitud del Gobierno de Nicolás Sarkozy "está poniendo en riesgo el principio de solidaridad de los países que forman el espacio Schengen", y la Policía gala está realizando "controles raciales ilegales en la frontera", critica.
Aunque no llegan a los 400.000 inmigrantes que han entrado en Túnez, la cifra de 28.000 en apenas tres meses no es despreciable. Basta con echar un vistazo a lo que ocurrió cinco años atrás en España, cuando la crisis de los cayucos empujó a las costas de Canarias a 31.000 subsaharianos en un año. Los servicios sociales y asistenciales del archipiélago se desbordaron. Entonces, hubo una redistribución de los extranjeros por el resto del país, pero no en los países de la UE.
En las próximas semanas, seguirán registrándose llegadas de inmigrantes a Italia, según la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex). Su director adjunto, Gil Arias Fernández, estimó en febrero que hasta un millón y medio de africanos podrían llegar a Europa como consecuencia de las revoluciones de Libia y Túnez. No obstante, pronto matizó que, aunque eran potenciales migrantes, no todos se iban a lanzar al mar. Siendo realistas, la cifra que baraja la agencia es de 50.000.
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