30 agentes repasan las horas finales de la niña asesinada

Una treintena de especialistas de distintas unidades de la Guardia Civil investiga e intenta reconstruir los últimos pasos de la menor María Esther Jiménez Villegas, la chica de 13 años que desapareció el miércoles en Arriate (Málaga) y al día siguiente fue hallada muerta, asesinada a golpes, en la caseta que cubría la depuradora de una piscina.

Estos agentes interrogan a familiares, amigos, conocidos y vecinos del municipio en una investigación que, según los propios guardias civiles, "está bastante avanzada".

Aparte de la caseta, los agentes también están rastreando "minuciosamente" un ordenador que utilizaba la víctima para averiguar sus últimos contactos, señalaron fuentes de la investigación a Efe. Los agentes intentan averiguar si la menor pudo conocer a alguien a través de internet y haber quedado. También pretenden rastrear sus últimos movimientos en las redes sociales.

Desde Madrid se han desplazado agentes del Servicio de Criminalística para apoyar a los investigadores de la Unidad de Policía Judicial de Málaga.

Por otra parte, cientos de vecinos de Arriate despidieron ayer a María Esther en una misa seguida incluso desde la calle por megafonía. Después de la ceremonia, el féretro fue trasladado a Paterna de Rivera (Cádiz), población de origen de la familia, donde será enterrada hoy a las 11.00 horas, según Efe.