Este artículo se publicó hace 14 años.
El 31% de españoles enviaría a su país a los inmigrantes en paro
Una encuesta revela que hay xenofobia oculta en España aunque la crisis no la haya agitado
España no es un país habitado por xenófobos. La mayoría de sus ciudadanos admiten que los inmigrantes tienen los mismos derechos que los españoles, están a favor de su integración, respetan la diversidad cultural que aportan e incluso están dispuestos a que compartan clase con sus hijos. Sin embargo, cuando hablamos de dinero, aparecen otros datos. Un 31% de los españoles apoya que los extranjeros en paro sean expulsados del país.
La crisis ha despertado las iniciativas políticas más rígidas contra los inmigrantes en los últimos dos años. La ley de Extranjería fue renovada el año pasado para hacer más densas las fronteras y algunos municipios se han atrevido con iniciativas que rozan el racismo más primario. Los ayuntamientos de Motril y Madrid han ofrecido el pago del billete de vuelta a los vecinos rumanos de los poblados chabolistas. Sin embargo, la recesión no ha despertado el rechazo al inmigrante entre los españoles. Quizá porque su llegada se ha frenado.
"El debate del burka fue ridículo", analiza el politólogo Vallespín
"Una inmensa mayoría entiende que las actitudes xenófobas no son presentables, pero cuando pasamos de lo abstracto a lo concreto la motivación es diferente", explica el ex presidente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) Fernando Vallespín. "Hemos alcanzado la normalización", sostiene el politólogo, que ha dirigido una encuesta de la Fundación Bertelsmann sobre la percepción de los españoles sobre la diversidad y la inmigración.
Mejor que hace cinco añosAl comparar los resultados del estudio con otra encuesta del CIS de hace cinco años se puede afirmar que los españoles han asumido que los inmigrantes forman parte de la sociedad. Un 87% aceptaría un inmigrante como jefe y un porcentaje similar se casaría con él o ella. No obstante, algunos datos revelan que la xenofobia permanece viva en la sociedad. Un 64% de los consultados cree que los españoles deben tener preferencia a la hora de optar a una plaza en un colegio público y un 48% señala que los inmigrantes reciben más de lo que aportan.
Un 87% de los españoles aceptaría que un inmigrante fuera su jefe
La percepción positiva o negativa de la llegada de inmigrantes se encuentra casi al 50%, con una tendencia al efecto negativo entre los conservadores. Vallespín señala que gran parte de los que perciben como perjudicial la presencia de inmigrantes cree que hay más foráneos de los que realmente hay, y sitúan el porcentaje de extranjeros en el 20%, mientras que en realidad el colectivo no supera el 12% del total (casi seis millones de personas), según el Instituto Nacional de Estadística.
"El escepticismo ante la influencia positiva de la inmigración aparece entre los votantes de centro derecha, las personas mayores y la clase más baja que compite con ellos por los servicios sociales", analiza Vallespín. En su opinión, el debate puede parecer más radical en Catalunya por la mayor presencia de inmigrantes y "porque hay más musulmanes". Aunque matiza: "El debate del burka fue ridículo".
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