En el 83% de los grupos delictivos hay españoles

La Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron el año pasado a 6.369 personas y desarticularon 554 grupos relacionados con el crimen organizado en España. De estos, el 83% contaba con, al menos, un miembro de nacionalidad española entre sus filas, tal y como apuntó este martes el ministro del Interior, Antonio Camacho, durante la presentación del balance correspondiente al año 2010.

Al ser preguntado por la procedencia de los detenidos, Camacho afirmó que "en la inmensa mayoría" de estas organizaciones criminales "hay ciudadanos españoles". Sin embargo, no quiso precisar más acerca de las otras nacionalidades.

El ministro continuó perfilando la idiosincrasia de estas bandas, que se dedican principalmente al narcotráfico, a delitos contra al patrimonio y al blanqueo de capitales. Así, Camacho apuntó que el 82% de los grupos mafiosos que hay en España llevan actuando menos de tres años y que en más de la mitad de los casos el 52% están formados por menos de diez miembros.

Otras actividades delictivas que contempla el informe son el control de rutas y redes de inmigración ilegal, la trata, las falsificaciones y, de forma emergente, el cibercrimen.

La cifra de 6.369 detenidos en 2010 supone "casi el doble" de los arrestos practicados en 2004 3.581 y en torno a 500 más que en el año 2009, cuando se produjeron 5.881 detenciones. Estos datos han ido en consonancia con el aumento de efectivos policiales. Para el titular del Interior, este incremento se traduce en una "mayor eficacia".

En estas operaciones, Policía y Guardia Civil han incautado 157 millones de euros. En concreto, los agentes han intervenido 12,5 millones en efectivo, 287.190 euros falsos, 367 bienes inmuebles, 1.710 vehículos y 487 armas. Por su parte, el negocio más extendido sigue siendo el de la droga, con Galicia y la costa mediterránea como zonas de mayor presencia de las bandas.

En el mismo acto, el ministro presentó también la Estrategia Española contra el Crimen Organizado 2011-2014 y anunció la creación de una Comisión de Coordinación (formada por comisarios y fiscales, entre otros), que se reunirá cada seis meses. Además, Camacho fijó los ejes prioritarios, que pasan por la necesidad de atacar la economía de estas organizaciones, impulsar la cooperación internacionales y desarrollar campañas de concienciación ciudadana, entre otras medidas.