Este artículo se publicó hace 14 años.
El adelanto electoral no ayudaría a la economía
Los expertos consideran que aumentaría la incertidumbre
Si el timón político de España estuviera en manos de los economistas, la mayoría rechazaría convocar elecciones de forma anticipada. Piensan que no es una buena fórmula para mejorar a corto plazo la crisis de confianza internacional que el país lleva meses sufriendo, aunque para el Partido Popular sería la solución a los problemas económicos, como planteó en el Debate sobre el estado de la Nación.
La mayoría de los economistas que han accedido al sondeo realizado por Público cree que el adelanto electoral generaría aún más incertidumbre sobre la marcha de la economía. "Lo menos deseable es una crisis institucional", señala José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Y añade gráficamente que "cuando hay un clima de desconfianza y en un escenario de dudas sobre el crecimiento y la deuda española, si aparece una crisis institucional y convulsión social, empiezan las fallas". Lo importante es "que se vaya avanzando en las reformas pendientes y los economistas somos tan pesados con esta cuestión porque son medidas preventivas, como dejar de fumar para prevenir un cáncer", señala Díez.
Credibilidad en dudaA lo largo de este año deberían concretarse esos cambios, como el trámite parlamentario de la reforma laboral en verano y las modificaciones en el sistema de pensiones, además de avanzar en el cumplimiento de las medidas para reducir el déficit y de lograr un pacto energético entre PSOE y PP.
Habría algún argumento a favor del anticipo de los comicios, porque "se ha dicho que el Gobierno actual no tiene mucha credibilidad ante los mercados y a lo mejor lo verían bien", conjetura Ángel Laborda, director de coyuntura estadística de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas). Pero cree que "la reacción inicial de los mercados sería negativa porque las elecciones supondrían un parón en las reformas". Con todo, el anuncio del adelanto "no provocaría grandes cambios económicos".
En la hipótesis de convocar elecciones antes de que acabe el año, según Jonás Fernández, director del Servicio de Estudios de Solchaga Recio & Asociados, el efecto no sería positivo por la necesidad de seguir con las reformas y, además, "aumentaría el gasto público porque elevarlo ayuda a ganar elecciones". Sólo si el Gobierno no lograra apoyos para aprobar los Presupuestos Generales de 2011, "sería razonable un escenario de convocatoria, aunque esas reformas hay que hacerlas sea cual sea el Gobierno y, además, tendría que haber una mayoría parlamentaria estable".
Más contundente, Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, cree que "es importante acabar la legislatura por muy mal que lo esté haciendo el Gobierno". A su juicio, "si ya te has puesto de rodillas ante los mercados, debes seguir así y aguantar los azotes". Para Valentín Pich, presidente del Colegio de Economistas de España, el proceso electoral "no asegura ningún cambio cualitativo aunque cambie el Gobierno". En su opinión, "lo que necesita la economía son ideas claras y amplio consenso".
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