Este artículo se publicó hace 13 años.
Andalucía da al PP el 47% de sus nuevos votos
Los conservadores ganan en siete provincias andaluzas y recaban 260.000 de sus 552.683 votos adicionales. Ganan en 45 circunscripciones frente a las 28 de 2008
Andalucía, el mayor granero electoral socialista desde la restauración democrática, proporcionó el domingo al PP 260.267 votos más que en 2008, lo que significa casi la mitad (47%) de los 552.683 nuevos sufragios totales obtenidos por el partido de Mariano Rajoy en relación a las elecciones de 2008. Los 1.982.091 votos captados por el PP en Andalucía le hacen ahora hegemónico en todas las provincias salvo Sevilla, mientras que hace cuatro años sólo venció en Almería. Lo ocurrido en la única comunidad cuyo Gobierno autonómico permanece en manos del PSOE (junto a Euskadi) ilustra la magnitud del terremoto: el PP no sólo consolida sus plazas sino que arrasa en todas las circunscripciones de otras cinco comunidades que en 2008 se inclinaron hacia el PSOE: Extremadura, otro feudo histórico socialista; Aragón, Canarias, Balears y Asturias. La cima la marca Murcia, donde obtiene 471.354 votos, el 64,27% del total.
Por autonomías, el PP vence en todas salvo el País Vasco y Catalunya. Y por circunscripciones, se coloca como primera fuerza en 45 mientras que en 2008 se impuso en sólo 28. Entre las provincias donde ha vencido el PP se cuentan las más importantes por población, salvo Barcelona y la ya citada Sevilla, convertidas en las dos aldeas galas del PSOE que resisten frente al empuje del PP, aunque en la circunscripción catalana la suma de los votos de PP y CiU supera a los de la izquierda.
Castilla-La Mancha y Extremadura confirman la consolidación y crecimiento del PP
En el polo opuesto, los conservadores pierden apoyos en tres de las cinco mayores ciudades españolas: Madrid (41.613 votos menos), Valencia (20.900) y Bilbao (2.434), aunque en las dos primeras permanecen como la fuerza más votada y en la capital vizcaína asciende al segundo puesto y desplaza al PSE al tercero. En las otras dos grandes urbes (Barcelona y Sevilla), el PP crece: en la capital catalana, pasa de 152.472 votos a 163.754 (11.282 más y un avance porcentual del 3%). Y en la ciudad hispalense, no sólo es el que recaba más apoyos sino que se coloca en 169.938 votos, lo que representa 16.099 más que en 2008 y un crecimiento relativo del 6%.
Los datos confirman que el PP afianza su posición de dominio en las dos comunidades de cuyos gobiernos regionales expulsó en mayo a los socialistas después de tres décadas ininterrumpidas en el poder: Castilla-La Mancha y Extremadura. En ambas, se impone como primera fuerza sin excepciones.
Si el porcentaje medio estatal de voto ha sido del 44,62% para el PP, (4,68 puntos más que en 2008) en la comunidad presidida por María Dolores de Cospedal, donde su partido ya venía ganando en las generales, crece en votos y porcentaje (55,84%) con picos como el de Toledo, donde alcanza el 57,29%. En Extremadura, el PP gana 28.465 votos en Badajoz y 18.164 en Cáceres, donde el PP supera su media regional (51,24%) y se coloca en el 52,13%, es decir, 10,2 puntos más que en 2008.
Incrementa su porcentaje de apoyo en todas las provincias salvo Navarra, Bizkaia y Asturias
En un territorio histórico como Castilla y León, no ha habido más sorpresa que la mejora de porcentajes 61,96% en Ávila, por ejemplo y la recuperación de León, que el PP arrebata de nuevo al PSOE al saltar del 43,33% al 52,16%.
En Galicia, tampoco nada nuevo bajo el sol salvo que se compute la reafirmación del Partido Popular. En la comunidad atlántica, obtiene 45.853 votos más que en 2008 y un porcentaje del 52,52% (8,66% más que en 2008). Gana en las cuatro circunscripciones y lo hace en cada una con porcentajes superiores al 50%.
Pero, sin duda, la cima la marca Murcia, donde el PP se supera a sí mismo con un 64,27% de los votos y donde la cascada de casos de corrupción tampoco ha tenido efecto en las urnas.
En el el archipiélago balear, escenario del caso Matas y recuperado por el PP en las autonómicas de mayo, los conservadores arañan 8.600 sufragios adicionales y sitúan su tasa de voto en el 49,53%. El caso de las islas resulta paradigmático: el PP gana sólo 1.400 votos pero su porcentaje de apoyo sube casi seis puntos. La mayor abstención y el desplome del rival lo explican.
En el otro archipiélago, Canarias, el PP fuera del Gobierno autonómico desde mayo cosecha 96.069 papeletas más, lo que se traduce en una tasa del 48%. En Las Palmas, por ejemplo, salta del 39,7% al 51,07%.
En Madrid, Valencia y Bilbao, tres de las cinco grandes capitales, la derecha pierde votos
Sólo dos comunidades se han resistido al huracán Rajoy: Catalunya y País Vasco. Pese a todo, es Catalunya la comunidad que, tras Andalucía, más nuevos votos ha deparado al PP: 105.320 papeletas más que en los comicios de hace cuatro años. En Euskadi, donde el PP toca suelo (17,8%), la organización que dirige Antonio Basagoiti sólo gana en Araba. Y lo hace perdiendo 600 votos.
También logra menos sufragios que hace cuatro años en cinco autonomías: Madrid (29.116 menos) y País Valencià (-6.958), los dos ejes sobre los que pivota el caso Gürtel; Asturias, donde el PP competía con el Foro de Álvarez-Cascos, Cantabria y Navarra, pese a la reanudación del pacto con UPN. En Asturias, el PP pierde 67.126 votos y retrocede 6,17 puntos, pero sigue siendo la primera fuerza.
Pero menos votos no significa siempre un descenso en el porcentaje de apoyo electoral. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid el PP pierde 29.116 papeletas aunque, simultáneamente, salta el ecuador simbólico y pasa del 49,19% al 50,84%.
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