Los resultados del pasado los han condenado al ostracismo, pero como el ave fénix intentan resucitar de sus cenizas. El histórico y ahora renovado Partido Andalucista (PA) está luchando por no ser invisible con una campaña original y, sobre todo, con unos candidatos distintos.

Hoy, el PA es un partido extraparlamentario, con todo lo que ello supone: han tenido que recoger avales en las ocho provincias andaluzas para poder presentarse a las elecciones y están fuera de todos los debates en la televisión y la radio públicas por la marginalidad a la que les ha condenado la nueva Ley Electoral, que hace invisibles a las formaciones sin diputados en el Congreso.

Urna-wáter

Pero sus nuevos candidatos no se resignan. Antonio Manuel Rodríguez, número uno al Congreso por Córdoba, repartió esta semana pastillas de jabón en la céntrica plaza de las Tendillas para “la higiene democrática”. Entre pastilla y pastilla, Rodríguez aprovechaba que su acción llamaba la atención a los ciudadanos para explicar sus propuestas políticas: “Expropiación forzosa de los sueldos y las indemnizaciones millonarias para dedicarlos a la lucha contra el paro”. El día anterior, Rodríguez, acompañado del historiador y bibliotecario Sebastián de la Obra, número uno del PA al Senado, se patearon la ciudad con “una urna-wáter” para denunciar el “de-wáter bipardista”. De la Obra, por cierto, asegura que si alcanza su acta como senador lo primero que hará será registrar una iniciativa para suprimir el Senado.