Han hecho una campaña diferente, alternativa y agresiva. La coalición Anticapitalistas ha tratado de hacerse ver practicando la okupación y la desobediencia. 'Desobedece' es, precisamente, su principal lema para el 20-N. Los anticapitalistas han entrado en bancos, ministerios y sedes administrativas, y han quedado satisfechos con el resultado.

Los responsables de esa estrategia explicaron que su aspiración -dar a conocer sus ideas- se ha cumplido 'con creces' en las últimas dos semanas. Confiesan que, incluso desde el comienzo de la campaña, no esperaban conseguir representación en las elecciones que se celebran hoy. 'Sí esperábamos darnos a conocer y lo hemos conseguido', explicó el portavoz de la coalición, Raúl Camargo.

Su idea de 'poner en marcha prácticas diferentes a las de otros partidos' ha generado, según él, 'una corriente de simpatía' hacia Anticapitalistas, 'incluso entre votantes de otras formaciones como Izquierda Unida'. Camargo confiesa que los militantes de la coalición esperan que sus plazas fuertes sean Madrid y Barcelona.

Confían en obtener un resultado especialmente bueno en la capital catalana por el tirón de su candidata, Esther Vivas, que está imputada por participar en una de las acciones de la coalición, que ocupó la sede central de Catalunya Caixa. Los anticapitalistas reconocen que el resultado estará lejos del 3% que le daría un escaño.

La formación llega al 20-N respaldada por intelectuales de la izquierda internacional como el lingüista Noam Chomsky o el cineasta Ken Loach.