Este artículo se publicó hace 13 años.
El antídoto al recorte de las pensiones
Los que vaticinan el colapso del sistema obvian la variable más importante de todas, la productividad
Docenas de estudios y centenares de artículos se han publicado en los últimos meses sobre la reforma de las pensiones. De un lado, están los que defienden la necesidad urgente de recortes para evitar el colapso del sistema y, del otro, los que mantienen que la premisa es falsa, que en realidad esconde la avaricia de un sistema financiero ávido por hacerse con el ahorro de los españoles. Y entre ambos, los moderados, que defienden que la reforma es necesaria, pero no así retrasar la edad de jubilación. Estos dos últimos grupos coinciden en la esencia de su análisis: los que vaticinan el colapso del sistema obvian la variable más importante de todas, la productividad.
La postura inicial del Gobierno coincidía con las tesis de Fedea
Los expertos y analistas consideran el Manifiesto de los 100 sobre la reforma de las pensiones como el documento clave en la propuesta inicial del Gobierno. Basta con leer dos propuestas para comprobar por qué: "Elevar gradualmente la edad legal de jubilación hasta los 67 y la edad mínima de los 61 a los 63" y "ampliar gradualmente el número de años necesarios para tener derecho a la pensión completa desde los 35 hasta los 40 años". La coincidencia es evidente.
Los firmantes del manifiesto parten de la premisa de que la reforma es inevitable, porque hoy hay 19 millones de trabajadores y siete millones de personas mayores de 65 años, mientras que en 2050 habrá 17 millones de trabajadores y 15 millones de mayores, por lo que "la tasa de dependencia duplicará la actual".
El documento fue promovido por Fedea, un organismo auspiciado desde el Banco de España y financiado desde su origen por la gran banca española, las cajas y algunas grandes corporaciones, como Repsol, Iberdrola, Abengoa o la Fundación Ramón Areces. Es precisamente la vinculación de Fedea a la banca lo que le afean desde la asociación antiglobalización Atacc, cuyos analistas de referencia en España, el sociólogo Vicenç Navarro y el economista Juan Torres, firmaron en noviembre de 2010 un documento de respuesta al Manifiesto de los 100 para desmontar su tesis de que el sistema público de pensiones no es sostenible. "Basándonos en datos científicos, lo que no es sostenible es que la Seguridad Social no sea sostenible", asegura Navarro.
Otros expertos piden fijarse en la productividad, más que en la demografía
Sus argumentos científicos se basan sobre todo en la productividad. Para Navarro y Torres, el dinero disponible para pagar pensiones en 2050 habrá crecido mucho más que el gasto por el incremento de pensionistas. Según ellos, bastaría mantener la media del crecimiento de la productividad española en un 1,5% anual, para que en 2050 el PIB español hubiera crecido 2,25 veces. Para ellos, la propuesta de reforma "más dura" es la de retrasar obligatoriamente la edad de jubilación.
Es precisamente esa medida la que menos convence. Todas las fuerzas políticas se han opuesto a ella. Una de las escuelas de negocios más reconocidas del país, Esade, acaba de publicar un informe en el que mantiene que "retrasar la jubilación anticipada de los 62 a los 65 años tendría una repercusión a corto plazo más importante que retrasar la jubilación obligatoria a los 67". Los autores, Fernando C. Balla-briga y Josep Comajuncosa, coinciden con Attac en que un aumento de la productividad serviría para conseguir "un mantenimiento de las pensiones o, incluso, un aumento". Argumento similar al esgrimido hace una semana por el Comité Económico y Social europeo, órgano consultivo de la UE, que alertó contra el "peligro" de relacionar edad de jubilación con esperanza de vida: "Podría llevar a millones de personas a la pobreza".
La escuela de negocios IESE, cuyo profesor Javier Díaz Giménez es uno de los responsables más extremistas del Manifiesto de los 100, defiende que "habría que diseñar un sistema que nos obligue a ahorrar para la jubilación". Un sistema, claro, que gestionaría el sector financiero.
No hay que ir muy lejos para encontrar ejemplos de estudios de parte. Este mes, la aseguradora Allianz aseguraba en un documento que "las generaciones del baby boom de todo el mundo" se enfrentan a "una mayor responsabilidad personal para tener suficientes ahorros para la jubilación", al tiempo que AXA concluía que, en España, "solo el 40% de los jubilados" se ha retirado a los 65 años, lo que nos sitúa ocho puntos por encima de la media europea.
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