Este artículo se publicó hace 13 años.
Asalto de CiU a la joya de la corona del PSC
A Xavier Trias se le considera uno de los artífices del modelo sanitario catalán. Jordi Hereu combina socialdemocracia con gran vocación de proximidad
Xavier Trias, Candidato por CiU
Trias (Barcelona, 1946) es pediatra y exconseller de Sanitat (1988 ). Se le considera uno de los artífices del modelo sanitario catalán. De posiciones centristas y afable, es concejal de Barcelona desde 2003.
Jordi Hereu, Candidato por el PSC
Nació en Barcelona (1965) y ha ejercido como concejal desde 1999. Se licenció en Administración de Empresas y obtuvo un MBA en ESADE. Combina socialdemocracia con gran vocación de proximidad.
La federación nacionalista Convergència i Unió (CiU) ha desplegado todas sus fuerzas para conquistar la Alcaldía de Barcelona, el último gran bastión de poder socialista en el territorio municipal del Estado y joya del PSC desde la llegada de la democracia a los ayuntamientos en 1979. Los sondeos siguen augurando la victoria del veterano Xavier Trias, antiguo conseller de Sanidad y de Presidencia de Jordi Pujol, quien espera triunfar en su tercer intento consecutivo.
El propio presidente de la Generalitat y líder de CiU, Artur Mas, participa activamente en la campaña con el fin de consumar el cambio de ciclo político producido en las elecciones al Parlament y propinar el definitivo golpe de gracia a los socialistas. De lograr la Alcaldía de Barcelona y extender su poder a otras capitales y ciudades medianas del país, Convergència se convertiría en la fuerza hegemónica de Catalunya. Un suceso sin precedentes desde el restablecimiento de las instituciones de autogobierno en 1980.
La batalla de Barcelona viene precedida por un tenso combate interno por la candidatura en el seno del PSC. Las primarias entre la exconsellera de Justicia, Montserrat Tura, y el alcalde, Jordi Hereu, agravaron el desgarro interno sufrido tras la derrota de José Montilla el año pasado.
Representante del sector más catalanista del partido aunque ajena a las camarillas internas, Tura se lanzó a resolver por su propia cuenta y riesgo la pugna entre el aparato y la poderosa federación de Barcelona, presidida por el propio Hereu. La presión para apartar a éste de la candidatura resultó un fiasco y desde su inesperado triunfo en las primarias su figura ha cobrado fuste.
Combinaciones posiblesPese a haber logrado reducir la abismal distancia que le separaba de Xavier Trias hace apenas cuatro meses, Jordi Hereu sigue partiendo como perdedor en la contienda. Crecido en las últimas semanas en su enérgico papel como defensor de los derechos sociales frente a la política de recortes de la Generalitat, el giro de última hora perpetrado por CiU en torno a la disputa del Fondo de Competitividad puede haber decantado la balanza. El voto de los 25 diputados del PSC, alineados con el resto del grupo del PSOE contra la moción de CiU que reclamaba los 1.450 millones de dicho fondo, ha sido funesto para la imagen del PSC en Catalunya y los argumentos de campaña de los candidatos socialistas.
Sobre el papel, sin embargo, nada está perdido. La protesta convocada hoy en Barcelona por los sindicatos contra el plan de recortes de la Generalitat podría devolver al debate electoral la intensa controversia sobre la protección de los servicios públicos esenciales (salud, educación y bienestar social) que ha jalonado el primer tercio del año .
Jordi Hereu, que ha asegurado que en ningún caso gobernaría en minoría en las actuales circunstancias, sólo dispondría del apoyo seguro de ICV-EUiA para formar una nueva mayoría de progreso. La definitiva deriva independentista de su ex socio ERC, que ahora ha formado coalición (Unitat per Barcelona) junto a sus antiguos desertores de Reagrupament y el grupúsculo de Joan Laporta (Democràcia Catalana), hace inverosímil una reedición del esquema tripartito. En todo caso, lo desaconsejaría el desprestigio de esta fórmula, que obviamente sólo podría caber si al final ganase el candidato del PSC.
Un gran laboratorio políticoLa hipótesis de la socioconvergència, neologismo acuñado para describir una gran coalición entre las dos grandes fuerzas del país, es rechazada por ambas partes. Aunque CiU ha desplegado toda su flota para desembarcar en el ayuntamiento con mayoría absoluta, Trías ya acepta de antemano gobernar en minoría. La política de geometría variable, con acuerdos puntuales para cada caso con la derecha (PP), los independentistas (Unitat per Barcelona) o el propio PSC, sería una solución socorrida.
Las grandes expectativas electorales del PP, que actualmente ya es la tercera fuerza con siete concejales, y su horizonte como virtual nuevo partido de Gobierno en España, apuntan sin embargo hacia un matrimonio de conveniencia entre el veterano y socarrón doctor Trías y el joven e impulsivo Alberto Fernández Díaz. De ser así, Barcelona serviría de gran laboratorio de un virtual Pacto del Majestic II entre Mariano Rajoy y Artur Mas. La reedición corregida del pacto de 1996 entre Aznar y Jordi Pujol, del que CiU reniega y presume a la vez según corresponda.
¿Cambio de modelo?La batalla de Barcelona incluye una pugna de calado entre modelos diferentes de ciudad y de cultura urbana y social. Para bien y para mal, el PSC y la izquierda en general son artífices del resurgir de una ciudad postrada por el franquismo, el desplome del viejo modelo industrial y la emergencia de Madrid como epicentro de la nueva España democrática y federalizante. Todo esto ha llegado a su fin y toca otro cambio. Ahora se decide si lo conduce de nuevo el PSC o llega la hora del modelo de ciudad del catalanismo nacionalista.
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