Este artículo se publicó hace 15 años.
La Audiencia Nacional ordena detener a tres SS
El juez Moreno acusa a los nazis de ser cómplices de genocidio
La Audiencia Nacional ha subido un peldaño más en su carrera por impedir que queden impunes crímenes de persecución universal. Ayer, el juez Ismael Moreno procesó y dictó órdenes internacionales de detención contra tres ancianos de más de ochenta años de edad. Les acusa de haber sido cómplices del genocidio y los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen hitleriano, ya que los tres fueron guardias de las SS en campos de concentración de la Alemania nazi. Dos residen en Estados Unidos y uno en Austria.
La decisión adoptada ayer por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, a instancias de la Fiscalía que dirige Javier Zaragoza, debería suponer la entrega a España de Johan Leprich, Anton Tittjung y Josias Kumpf. Sin embargo, una portavoz del Ministerio de Justicia austríaco señaló a Efe que no existe base legal para entregar a España a Kumpf, puesto que los delitos que se le imputan han prescrito según la legislación del país.
La orden de detención, para ingresar en prisión, de Leprich, Tittjung y Kumpf no incluye al cuarto reclamado en la querella que dio origen al procedimiento, John Demjanjuk, al estar siendo investigado en Alemania.
De acuerdo con el auto de procesamiento, en el que se describen los hechos descubiertos en la investigación de la causa, los cuatro "fueron miembros de las Totenkopf SS, prestaron servicio como guardias armados en lugares destinados a la persecución de personas por motivos políticos, étnicos y raciales en campos de concentración". Johann Leprich y Anton Tittjung prestaron sus servicios en Mauthausen y el subcampo de Gross Raming, mientras que Josias Kumpf estuvo en Sachsenhausen y John Demjanjuk, en Flossenbürg.
ApátridasLos tres nazis reclamados tienen la condición de apátridas, porque Estados Unidos les retiró la nacionalidad al comprobar su pasado nazi. Las autoridades estadounidenses acordaron su deportación, pero no los aceptaron ni Alemania ni otros países próximos.
El auto relata cómo se trataba y mataba a los prisioneros en Mauthausen, campo de concentración en el que estuvieron recluidos más de 7.000 españoles, de los que murieron 4.300. De hecho, en el procedimiento han declarado ante el juez Moreno dos de los supervivientes españoles, Jesús Tello y Ramiro Santiesteban, quienes contaron cómo eran sometidos a programas de exterminio diseñados por el sistema nacionalsocialista.
Por ejemplo, durante el tiempo que Tittjung sirvió en dicho campo morían entre 200 y 300 prisioneros al día, en el año 1943; la cifra se elevó al año siguiente a entre 350 y 400. En el campo de Gross Raming murieron 185 personas mientras él estuvo en el campo. En Sachsenhausen murieron alrededor de 100.000 personas.
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