Este artículo se publicó hace 13 años.
Un banco público entre unas cajas alteradas
Tomás Gómez quiere crear una entidad regional para dar financiación
El grifo del crédito a particulares y pymes está casi cerrado. La afirmación lleva meses fuera del debate ideológico. La aceptan todos los actores. El desacuerdo, sin embargo, aparece en las causas y las posibles salidas. Para el sector financiero, el axioma para explicar la sequía es uniforme. "La fluidez crediticia no empezará a recuperarse hasta que finalice la reestructuración de las cajas de ahorro", se insiste. Un proceso que puede dilatarse hasta marzo de 2012. "No tenemos tanto tiempo. Las familias y pequeñas empresas necesitan financiación mientras se desarrolla el mercadillo alrededor de las cajas", explica José Antonio García Rubio, responsable de Economía y Trabajo de IU.
Su formación política y los sindicatos llevan tiempo reclamando de forma insistente la vuelta de la banca pública al sistema financiero español. IU ha propuesto en concreto crear un gran grupo estatal con las cajas que ahora se van a nacionalizar. Tomás Gómez, candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, también ha recogido este debate en su ideario electoral. "La banca pública no es una idea de rojos peligrosos", defiende Gómez, cuyo proyecto se articula en tres fases y desembocaría en 2013 en el nacimiento del Banco de la Comunidad de Madrid.
Los programas del PSOE de Madrid e IU incluyen crear entidades públicas
"Se trata de un proyecto, en principio modesto, pero representativo, capaz de actuar con solvencia y prudencia, pero introduciéndose, respaldado por la Administración regional, en aquellos lugares donde no llega la financiación privada. No se trata de avalar, ni de participar en capital riesgo, sino de financiar", explica Antonio Miguel Carmona, uno de los partícipes activos de la idea.
Entre su perfil de clientes destacan los jóvenes y todos esos nichos de emprendedores que, según el PSOE de Madrid, generan grandes beneficios para la sociedad a largo plazo, con especial incidencia en nuevos sectores como la dependencia o la economía social. La financiación se distribuiría mediante microcréditos de entre 60.000 y 80.000 euros. "El proyecto también es especialmente sensible con las familias sobreendeudadas", sostiene Carmona. A ellas se les ofrecería la posibilidad de reconvertir una cuota mensual imposible en un crédito a largo plazo.
El germen de este banco público se articularía alrededor de un Instituto de Crédito de la Comunidad de Madrid, dotado con un máximo de 200 millones de euros. Su financiación provendría de emisiones de deuda avalada por la Administración regional (del mismo modo que la Generalitat catalana colocó la semana pasada 400 millones), junto a préstamos de Caja Madrid, que en 2010 gestionó 1.100 millones en fondos del ICO, por un importe de 50 millones.
El Banco de Madrid se articularía a través de un ICO para emprendedores
"El ICO madrileño llenaría ese hueco de financiación que ahora está desabastecido por parte de las entidades financieras tradicionales", asegura Carmona. A nivel nacional, esa foto se comprobó con los datos al cierre del ejercicio en 2010. El ICO concedió préstamos a empresas y autónomos por un valor de 19.000 millones repartidos en 300.000 préstamos. Esta cifra supone el volumen más alto distribuido por la entidad y un aumento del 30% respecto al año anterior.
Red de oficinasEn la segunda fase, que se desarrollaría en 2012, se dotaría a este organismo de una red de oficinas, no más de una decena, distribuidas en los puntos industriales estratégicos de la Comunidad. En este escenario, al modelo de financiación inicial se añadirían los depósitos que todo prestatario tendría que dejar en la entidad. "El modelo generaría de esta forma una solidaridad de la que se podrían aprovechar futuros inversores. Desde estas oficinas se podría estar cerca del propio terreno al mismo tiempo que acceder a financiación minorista, de los propios consumidores y, especialmente, de los depósitos y movimientos de los prestatarios", asevera el diputado y economista del PSOE.
El proyecto culminaría en 2013 con la petición de una ficha bancaria al Banco de España. De esta forma, el ICO regional se convertiría en el Banco de la Comunidad de Madrid, con un total de diez oficinas, y gestionaría alrededor de 600 millones. La Administración regional y Caja Madrid, de una forma minoritaria, conformarían el consejo del primer banco público en España desde que Argentaria se integró con BBV en octubre de 1999.
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