Este artículo se publicó hace 14 años.
Barberá da la nota por la ausencia de Camps
La alcaldesa utiliza el encuentro hispanoafricano para criticar al Gobierno y se plantea no acudir a los próximos actos
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se saltó el protocolo durante su intervención en el V Encuentro España-África para lanzar una pulla a su paisana, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, impulsora del evento, que se celebra hoy y mañana en la capital valenciana. Tras un derroche de halagos a la reina Sofía, que inauguró el acto, Barberá dio la bienvenida a las asistentes, 300 líderes africanas y 150 representantes españolas . Y lo hizo "en nombre del presidente del Gobierno de la Comunidad Valenciana, porque no ha sido convocado a este acto".
Sus palabras fueron acogidas con abucheos por parte de algunas asistentes, las pocas que entendían que se trataba de una guerra local que poco tenía que ver con los temas que plantearon minutos después el resto de participantes de la mañana. Entre éstas, destacan las presidentas de Finlandia y Liberia, la vicesecretaria general de la ONU, la premio Nobel de la Paz Wangari Maathai y políticas de alto nivel, como Margot Wallström, Mary Robinson y Graça Machel.
Con gesto serio, De la Vega intentó acallar con un gesto las señales de protesta y se mantuvo impávida y sin mirar a Barberá durante el tiempo que duró su discurso. Cuando llegó su turno, la vicepresidenta comenzó con las siguientes palabras: "Creo que hablo en nombre de todos los españoles y en nombre de todos los valencianos". Una afirmación que la alcaldesa negó con la cabeza.
Poco después, De la Vega saludó cariñosamente a sus compañeras de mesa, excepto a Barberá, a la que ignoró por completo. Algo desplazada y sentada en el extremo de la mesa, la alcaldesa despertó de su ensimismamiento cuando la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, le dedicó por sorpresa una cariñosa frase: "Valencia es lo que es gracias a que usted ha liderado la ciudad durante 20 años". Quizá por eso, cuando Johnson-Sirleaf volvió a su silla, Barberá se levantó de un salto para darle las gracias y estrecharle con fuerza la mano. Fue su única sonrisa sobre el escenario.
Durante el descanso, Barberá acudió a los periodistas para asegurar que se plantea "la presencia de las autoridades de la Comunitat en este acontecimiento por el desprecio" que, según ella, se ha hecho con Camps.
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