Este artículo se publicó hace 13 años.
Los barones cierran filas para negar que haya habido 'dedazo'
López asegura que su propuesta de hacer un Congreso no pretendía generar "división"
No hay dedazo. Ese fue el grito casi unánime escuchado este sábado en todas las esquinas del Comité Federal del PSOE. El argumento es compartido: las primarias ya se han convocado y, en teoría, cualquier militante puede competir contra Alfredo Pérez Rubalcaba.
El vicepresidente primero, por tanto, "no va a ser elegido a dedo", razonó ya antes del arranque del Comité Federal Manuel Chaves, presidente del PSOE, quien también rechazó que hubiera habido "ningún tipo de presión", "conspiración" o "revuelta".
Ibarra pide que Rubalcaba no sea un "candidato Kleenex"
Su heredero en la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, defendió que la del PSOE es una "democracia representativa". El Comité Federal, por tanto, recoge la voz de la militancia socialista. "No hay dedo, hay representantes de todo el PSOE", abundó el secretario general andaluz, uno de los barones que se inclinaban por la vía Chacón.
Patxi López desató la tormenta este martes al reclamar un congreso. Este sábado, el lehendakari juzgó "enfermizo" llamar "dedazo" al nombramiento de Rubalcaba como candidato a suceder a José Luis Rodríguez Zapatero. "No se trata de ganarnos entre nosotros, sino de ganar ahí fuera", sostuvo, para subrayar que las primarias siguen en marcha como "mecanismo más democrático". López también respaldó la celebración de una conferencia política, pues responde a su voluntad de que el PSOE no se centrara en cambiar "la foto del cartel", sino en dar vida a un "proyecto ilusionante, de izquierdas". En todo caso, añadió, nunca buscó "crear división en el partido o favorecer a terceras personas".
Que el jefe de los socialistas vascos pidiera un congreso molestó a su homólogo catalán, José Montilla. Luego, el expresident mostró su respaldo a Rubalcaba, quien dirigirá, presumió, una campaña "excelente" en la que contará con el apoyo del PSC. La retirada de Chacón a la que Montilla agradeció su "generosidad" no enturbiará la relación "fraternal" con el PSOE, según aseguró el todavía primer secretario de los socialistas catalanes.
Gómez reclama un "giro a la izquierda" en las políticas del Ejecutivo
Con la de Montilla se oyeron otras voces críticas, como la del líder de los socialistas asturianos, Javier Fernández. Afirmó que le gustaba más Rubalcaba que la fórmula: "El proceso no me desagrada, sencillamente el candidato me entusiasma más".
Defensores de las primariasA su vez, los representantes de Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio de Penagos y José Antonio Pérez Tapias, y la exministra Cristina Narbona, subrayaron que, justo ahora, con una honda crisis y un cuestionamiento de la política, las primarias podrían haber sido una buena respuesta.
También terció quien se arrogó el título de "doctorado" en primarias, el madrileño Tomás Gómez, otro de los barones cercano a Chacón. Las defendió no hay que tenerles "miedo", pero interpretó que hoy nadie entendería un congreso. Negó que Rubalcaba haya sido aupado a dedo.
A respaldar el procedimiento frente al PP se dedicó el valenciano Jorge Alarte: es "pintoresco", dijo, escuchar a "la derecha española hablar de dedazo", cuando los militantes del PP "nunca" han votado.
La salva de aplausos a Rubalcaba y al formato elegido salió de más barones, como el castellanoleonés Óscar López, que alabó a Zapatero por hallar "la dosis justa" para relanzar el PSOE. Se sumó la anuencia de las ministras Leire Pajín y Trinidad Jiménez. La primera avisó de que las primarias "son un derecho, no una obligación". La segunda recordó que ahora sólo hay una propuesta. Marcelino Iglesias, secretario de Organización, reiteró que el mecanismo de elección se ha abierto como mandan los estatutos, sin "imposición".
El refuerzo de Rubalcaba fue la tesis de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El exlíder extremeño pidió que el vicepresidente saliera este sábado como "auténtico líder" del PSOE. Es decir, que su proclamación como cabeza de 2012 no sea "un apaño" ni sea un "candidato Kleenex".
Con "plazas y casas"Tomás Gómez fue el más contundente, pero no el único, en reclamar un "giro a la izquierda de las políticas del Gobierno". Con distintos matices, lo pidieron Javier Fernández, Juan Fernando López Aguilar, Pachi Vázquez y los portavoces de Izquierda Socialista, entre otros.
Gómez recordó queRubalcaba también forma parte del Gobierno, por lo que debiera ser el primer interesado en hacer "algún gesto de distribución del esfuerzo para salir de la crisis". En concreto, apuntó a medidas fiscales, el control de las retribuciones de los ejecutivos y banqueros o una reforma legal sobre las hipotecas.
El líder de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, apuntó que aún "con el mejor candidato", hace falta "reconectar" el partido "con lo que pasa en plazas y casas".
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