Este artículo se publicó hace 13 años.
Benedicto XVI perdonará los pecados a los asistentes
Concederá la indulgencia plenaria a los participantes en el macroencuentro católico
El perdón de los pecados. Ese será el último de los beneficios al que podrán acceder los peregrinos que acudan a la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid (JMJ), según anunció ayer el Vaticano. En un comunicado, la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede confirmó que Benedicto XVI concederá la indulgencia plenaria a los participantes en el macroencuentro católico.
Para conseguir la citada indulgencia, los peregrinos habrán de cumplir unos requisitos: en primer lugar, habrán de comulgar y confesarse en el plazo de siete días antes o después de la celebración de la JMJ, así como rezar por las intenciones del papa. Según el Código de Derecho Canónico, la indulgencia plenaria supone "la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia". Esto es, borrar definitivamente los pecados, algo que no se consigue totalmente sólo con la confesión. El propio Ratzinger confesará a tres jóvenes en el Parque del Retiro.
La concesión de este beneficio espiritual llegó de la mano del cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien pidió a Benedicto XVI que concediese la indulgencia a los asistentes. Con anterioridad, Ratzinger ya había otorgado este premio a los jóvenes de las JMJ de Colonia (2005) y Sydney (2008).
Además, el papa concederá la indulgencia parcial a los que recen por los frutos de la JMJ, que consiste en la reducción de la pena temporal de los pecados cometidos.
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