Público
Público

'El Bigotes', un invitado de honor en la vida de los Camps

Las grabaciones muestran la intimidad de Álvaro Pérez y el expresident

B. T.

'Te quiero un huevo'. 'Tenemos que hablar de lo nuestro, que es muy bonito'. 'Amiguito del alma'. Son frases dirigidas por Francisco Camps a Álvaro Pérez, el Bigotes, el principal dirigente de la trama Gürtel en Valencia, en la Navidad de 2008. Forman parte de las grabaciones telefónicas del sumario del caso y se han escuchado durante el juicio. Así, los asistentes a las sesiones han podido comprobar la estrecha relación existente entre Pérez y Camps, que se hacía extensiva a toda la familia de este.

El entonces president valenciano se dejó ganar por la especialidad del Bigotes: la adulación. A las lisonjas verbales, 'Presidente..., bueno, tío, que te quiero mucho', fue uno de los comentarios vertidos por el empresario en los oídos del político, se unió una lluvia de regalos que, según se deduce de las conversaciones, cayeron en la casa de Camps el 6 de enero de 2009. 'Dudo (de) que para los de Oriente de esta noche haya tanta expectación como para los tuyos. Eres ideal', le dice esa mañana la esposa de Camps, Isabel Bas, a Álvaro Pérez por teléfono. Más tarde, Bas insistió en que le devolvería los regalos, pero no sin antes reconocer que a su hija le había gustado la 'medallita' o de comentarle que tendrían que hablar sobre una pulsera porque le quedaba pequeña.

Otras grabaciones sugieren el gran poder que Pérez tenía sobre Camps. En una de las conversaciones, Ricardo Costa, también procesado en este juicio, le pide a el Bigotes que influya sobre el expresident para que lo ascienda. Costa era el número dos del PP valenciano y mano derecha de Camps, pero aún así prefiere que sea Pérez el que le meta 'una ideíta en la cabeza' a su jefe, según le pide literalmente. La 'ideíta' es que Camps le nombrara conseller. Pérez, por su parte, le contesta que se lo comentaría a Camps en una cena 'el martes en su casa'.

La intimidad entre el empresario de la trama Gürtel y el político no es un dato baladí. Ayuda a entender el entorno de colaboración y confianza por el que Camps llegó a confiar en el Bigotes, presuntamente, una cuestión tan personal como el encargo y el pago de parte de su vestuario. Y muestra que el caso de los trajes es una pieza más del gran rompecabezas de la trama Gürtel, cuyos integrantes se dedicaban a corromper a políticos a través de regalos para conseguir facilidades en los contratos públicos. En el País Valencià, la trama logró al menos seis millones de euros en adjudicaciones.

En su declaración, Camps afirmó que su relación con el empresario no era de amistad, sino 'cordial'. Dijo también que nunca hablaban de las adjudicaciones de la Generalitat que obtenía la empresa de Pérez. El abogado del expresident explicó el tono de las grabaciones por el carácter 'expansivo' de su cliente.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias