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Blanco moviliza ya a militares por si faltan controladores

El sindicato Usca rechaza la sustitución porque tiene consecuencias 'imprevisibles'. La fiscalía investiga el absentismo. La Seguridad Social llamó ayer uno a uno a los que presentaron baja

SUSANA R. ARENES

España no va a hacer como el presidente Ronald Reagan en Estados Unidos cuando mandó a los controladores a la calle y los sustituyó por militares.

Pero sí recurrirá a este último colectivo para que regule el tráfico aéreo si aumentan las bajas de los controladores de tal forma que impida dar el servicio normal. Lo anunció ayer el ministro de Fomento, José Blanco, justificando que el Gobierno tiene 'la obligación de tomar medidas alternativas' con el fin de 'garantizar el tráfico aéreo'.

La medida es la respuesta de Blanco al incremento de bajas, que ha provocado desde el domingo un absentismo de más del 30% en el centro de control de Barcelona, que es el que regula el tráfico de la zona este y del Mediterráneo, lo que el lunes generó retrasos en más de 70 vuelos. La idea del ministro es preparar ya la habilitación (formación) de los controladores militares para poder empezarla a finales de mes, según explica Fomento. Esta instrucción sería el único trámite que habría que seguir y actualmente puede durar de tres a seis meses. De hecho, este requisito es el que tiene que cumplir cualquier controlador, civil o militar, que deba trasladarse a un centro de control (que vigilan grandes zonas del espacio aéreo) o a una torre de control de un aeropuerto distinto al habitual.

Estas sustituciones se harán en casos 'excepcionales', según el ministro, si no hay otra manera de salvar la normalidad del tráfico. La opción no es nueva, puesto que ya se contemplaba desde 1978 en un decreto ley y se recoge también en la Ley de Seguridad Aérea de 2003 y el decreto sobre control aéreo que aprobó Fomento en febrero para rebajar el sueldo a los controladores y quitarles el poder de organizar el trabajo tras el caos provocado por una ola de bajas en el aeropuerto de Madrid.

Sobre la posible sustitución por militares, los controladores creen, como los pilotos, que 'no tienen la capacitación suficiente, y, además, que 'es imprudente' y que 'puede tener consecuencias imprevisibles', dijo ayer Daniel Zamit, portavoz de Usca en una rueda de prensa. Pese a que las bajas pueden ir a más, dice el colectivo, la asociación asegura que 'no hay falta de seguridad', que se dará el mismo servicio pero a costa de la salud de la plantilla. Usca ha puesto 324 denuncias por fallos de gestión de Aena
en el centro de Barcelona.

Ayer se produjeron 13 bajas en el turno de mañana de ese centro y 14 en el de tarde, con un absentismo del 25% de la plantilla, frente al 35% del lunes, según Aena. Causaron retrasos de media hora a unas dos horas en 41 vuelos de El Prat, una incidencia menor que la de días anteriores.La mayoría de las bajas se debe al estrés, según el sindicato de los controladores, Usca, que culpa a la empresa de aeropuertos y navegación aérea, Aena, de 'una mala planificación con menos controladores, menos tiempo de descanso y más tráfico'.

Usca dio ayer datos en una rueda de prensa que reconocen que en tres días se han presentado 20 bajas de última hora en el centro de Barcelona. Aena también considera sobrevenidos los permisos por horas sindicales y las guardas legales para cuidar a los hijos pedidos en el último momento, lo que elevaría el cómputo. 'Con más dinero, había menos dolores y menos estrés', señaló ayer con sorna el ministro en una entrevista con la Cadena Ser, aludiendo a que, antes de aprobar el decreto que cambia el control del tráfico, este colectivo cobraba un 43% más, hasta casi 350.000 euros de media. Añadió que ahora, con un sueldo de 200.000 euros de media, cobran hasta 2,5 veces lo que el médico que les firma las bajas.

 

Para ser controlador, además de un alto nivel de inglés, se exigen unas condiciones psicofísicas 'incompatibles con el estrés y la ansiedad', recordó Blanco, que lanzó una amenaza velada para relevar del puesto a los que no sirvan: 'Si eso es lo que alegan, probablemente haya que hacer nuevas pruebas, porque puede que no sean personas capacitadas para desempeñar ese trabajo'. Y también dejó caer otra más explícita al señalar que quien no cumpla la ley de febrero puede ser despedido. Asimismo, el ministro también avanzó que llevará ante la fiscalía esta semana, 'probablemente mañana' [por hoy], toda la información necesaria para solicitar una investigación de las bajas, que Blanco entiende como una acción de los controladores que responde a 'consignas y a una estrategia premeditada'.

Antes de que Fomento envíe la documentación, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ya dijo ayer en Santander que investigará las bajas de los controladores, al igual que se hizo con el incumplimiento de los servicios mínimos durante la huelga de Metro de Madrid, un paro de los camioneros o la invasión de las pistas del aeropuerto de El Prat, informa Servimedia. Esto supone un riesgo de sanciones a los controladores porque, por ejemplo, en el último caso, la fiscalía condenó a algunos trabajadores.

Otra amenaza que se cierne sobre este colectivo de profesionales es la revocación de las bajas por parte de la Seguridad Social. Ayer, la inspección de este organismo llamó uno a uno a los afectados para hacerles un control médico. Ahora, mandará un informe a los servicios médicos de la comunidad autónoma correspondiente proponiendo dar el alta o mantener la baja, según el grado de enfermedad. Así, Catalunya tiene tres días para ratificar las revocaciones que se propongan, algo que sería lo habitual en este tipo de inspecciones, según fuentes conocedoras del procedimiento.

'No hacemos huelga''No estamos haciendo ni huelga encubierta ni descubierta', insistió ayer el presidente del sindicato Usca, Camilo Cela. Los controladores convocaron una rueda de prensa, indignados por lo que consideran una campaña de 'acoso' del Ministerio de Fomento: 'Que no nos demonicen', dijo Cela.

El sindicato arremetió contra el ministro al acusarle de 'faltar a la verdad' cuando sugiere que las bajas son premeditadas, dijo el asesor jurídico de Usca, Francisco Maroto. Y añadió: '¿Quién miente, los médicos que dan las bajas o Fomento?'. Usca insistió en que los casos de estrés son responsabilidad de la planificación de Aena y aseguró que ya ha habido una inspección en Valencia que ratificó todas las bajas.

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