Este artículo se publicó hace 14 años.
Blázquez: "ETA pronto va a renunciar"
El prelado deja el obispado de Bilbao convencido de un próximo alto el fuego de la banda
El aún obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, se despedirá hoy de su diócesis tras aventurar ayer un futuro en paz en Euskadi que no dejó a nadie indiferente: "ETA pronto va a renunciar. Mejor hoy que mañana, esta impresión tengo yo".
Ricardo Blázquez será nombrado el próximo sábado arzobispo de Valladolid, después de 15 años de una intensa labor en el obispado de Bilbao. La llegada a Euskadi en 1995 de este prelado, natural de Ávila, motivó un gran revuelo por los recelos del PNV y de parte del clero vasco, temerosos de que con su nombramiento la jerarquía eclesiástica quisiera controlar la iglesia vasca. Ahora deja la diócesis vasca con un reconocimiento unánime.
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Desde su llegada a la capital vizcaína, asumió un intenso papel en todo lo relacionado con la violencia y la búsqueda de la paz. Ayer, en declaraciones a Radio Euskadi, lamentó que la amenaza de ETA aún persista hoy en día, pero se mostró convencido de que la banda "pronto" renunciará a la lucha armada.
El final de la violencia
"No tengo noticias específicas, pero la impresión que yo tengo, no sé si es un deseo, que ciertamente lo es, o una esperanza o un presentimiento o una convicción, es que ETA pronto va definitivamente a renunciar", auguró.
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Blázquez repasó también la labor de la iglesia vasca durante los 15 años que ha estado al frente de la diócesis de Bilbao, convencido de que "los esfuerzos por la paz y por la erradicación del terrorismo han sido importantes" y efectuados, habitualmente, de acuerdo con los responsables del resto de diócesis vascas.
Sin embargo, no siempre las iniciativas adoptadas contaron con la aprobación de toda la clase política. El caso más paradigmático se remonta a 2002, cuando Blázquez firmó una carta pastoral, titulada Preparar la paz, con los obispos de San Sebastián y Vitoria contra la ilegalización de Batasuna. "No podemos prever todos los efectos de signo contrapuesto que podrían derivarse de la aprobación y eventual aplicación de la Ley de Partidos", promulgaban en el escrito.
La respuesta del Gobierno de José María Aznar fue fulminante al acusar a los prelados de defender la "total impunidad de Batasuna". Al recordar ayer aquel episodio, Blázquez dijo que firmó aquella carta pastoral "en conciencia", aunque le hubiera gustado matizar "algún aspecto". "La reacción que se produjo por aquel escrito fue desmesurada. Tanto es así que una persona tan ecuánime, tan conocedora de la opinión pública desde hace tiempo y buen filósofo, como es Julián Marías, terminó protestando en una tercera página del Abc, recordó.
El obispo de Bilbao también aludió a la labor de la iglesia en apoyo a las víctimas del terrorismo. Desde su llegada a la capital vizcaína, en 1995, asumió personalmente el compromiso de visitarlas en sus domicilios, así como la decisión de oficiar los funerales por las personas asesinadas. En la Navidad de 1998, participó también en una declaración en la que la iglesia vasca pedía "perdón" a las víctimas de la violencia terrorista si de algún modo "no había estado a la altura".
"Hemos estado cerca lo mejor que hemos podido. A veces nos preguntan: ¿la iglesia ha llegado pronto, ha llegado tarde? Yo preguntaría: ¿quién ha llegado pronto en esta cuestión?", comentó, convencido de que durante su obispado en Bilbao "los esfuerzos por la paz y la erradicación del terrorismo han sido muy importantes".
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