El proyecto de Ley del Registro Civil, que en su borrador establece el orden alfabético de los apellidos en caso de desacuerdo de los progenitores, está en boca de todos. También en la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ha bromeado con la idea del Gobierno asegurando que en el futuro habrá 'muchos Aguirres y muy pocos Zapateros'. 

La medida, por la que su apellido 'tiene ventaja, en este sentido, sobre Zapatero', es para la conservadora 'una liebre que ha soltado el Gobierno' para que 'no hablemos de que no acaban de meterle mano a las reformas que España necesita'. 

Así lo ha asegurado Aguirre en declaraciones a Telecinco, donde ha querido recordar que en España 'hace mucho tiempo que se puede elegir' el orden de los apellidos. En dicha entrevista, la presidenta regional ha asegurado que le parece chocante que Zapatero no reciba al Papa en España (pese a que lo hará en el aeropuerto del Prat) y que sí acuda al desayuno de la oración en Estados Unidos.  

Ve 'chocante' que Zapatero no reciba al Papa y sí vaya al desayuno de la oración en EEUU

Sin embargo, Aguirre no tiene previsto acudir a ver al Papa ni a Santiago ni a Barcelona porque esperará 'a que venga a Madrid' en agosto de 2011. Sobre el gasto público que supondrá la visita entonces, la presidenta regional ha afirmado que 'como es un mes de vacaciones, no va a suponer mucho coste'. 

Sobre dinero también ha hablado Aguirre, quien ha insistido en la necesidad de recortar el sector público y ha señalado que en la administración madrileña 'aún quedan algunas empresas públicas', a las que 'les queda poco, un mes o así hasta que aprobemos la ley que acompaña a los presupuestos'.

La presidenta ha opinado que ganar por tercera vez las elecciones autonómicas madrileñas no será fácil, aunque las encuestas le den la mayoría absoluta, y a nivel nacional, ha confiado en que Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno al menos durante 8 años, transcurridos los cuales 'puede venir cualquiera' a sucedere. Incluso Alberto Ruiz-Gallardón: 'claro que sí', ha apostillado.