Este artículo se publicó hace 13 años.
Camps lanza una reforma electoral no constitucional
Propone que Les Corts se elijan sin atender a criterios de proporcionalidad
Segundos después de ser investido por tercera vez president de la Generalitat y entre los rabiosos aplausos de su bancada, Francisco Camps cruzó el pasillo central del hemiciclo de Les Corts Valencianes para saludar al líder del PSPV-PSOE, Jorge Alarte. Tras darle la mano, enfiló la escalera central. Parecía que se dirigía a saludar también a los otros dos portavoces, que representan a los otros dos grupos parlamentarios de la Cámara, Compromís e IU. Pero se detuvo junto al escaño de Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, y la abrazó efusivamente.
Fue el último desaire hacia los grupos minoritarios. Pero no fue el único. Porque una de las ideas más repetidas ayer por Camps fue el elogio del bipartidismo frente a la pluralidad que Les Corts han alcanzado en esta legislatura. Contra lo que vaticinaban las encuestas, dos grupos, además de PP y PSOE, han conseguido superar el elevado listón de la ley electoral valenciana el 5% de los votos y han logrado representación.
El artículo 152. 1de la Constitución consagra el sistema electoral proporcional
Camps utilizó esta nueva realidad para atizar al líder socialista, al que acusó de haber "destruido y dividido a la izquierda". Le pidió, ante las quejas de los líderes de Compromís y EUPV la marca autonómica de IU, que asuma la responsabilidad sobre toda la bancada progresista porque "si no, esto no hay quien lo organice". Y entonó un elogio del reparto del poder entre los dos grandes partidos: "El PP necesita al PSOE y el PSOE necesita al PP, somos los dos grandes partidos [...]. Nosotros garantizamos estabilidad y alternancia, que cuando nos vamos sucediendo en los gobiernos, España siga siendo libre y democrática, y los proyectos se pongan en marcha gobierne quien gobierne".
En esta línea, la principal medida que anunció ayer el president fue la de estudiar una reforma del sistema electoral para que "dentro de la Constitución, los ciudadanos puedan elegir a sus diputados por circunscripciones uninominales, partiendo del número de representantes de la provincia". Camps explicó que de esta manera los ciudadanos podrían elegir directamente a sus representantes "incluso más allá de las siglas". Según reconoció el president, el anuncio no es nuevo, pero igualmente recibió la oposición frontal por parte de los partidos minoritarios, que denunciaron su difícil acomodo con la Constitución. El artículo 152.1 dice que los parlamentos regionales deben ser elegidos "con arreglo a un sistema de representación proporcional".
"Fascismo" del PPEl president hace de su discurso una proclama a favor del bipartidismo
Marga Sanz, líder de EUPV, explicó que si la reforma llegara a aplicarse, los grupos minoritarios desaparecerían de la Cámara. Y casi lo haría también, añadió, el PSOE. Si este sistema se hubiera aplicado en las pasadas elecciones, explicó Sanz, Les Corts actuales estarían compuestas por "unos 96 diputados del PP y unos tres del PSOE", pese a que el PP consiguió un 48% de los votos. "El PP quiere acabar con las voces críticas y a eso se le llama fascismo", afirmó. Mònica Oltra, de Compromís, señaló que la idea "no tiene encaje en la Constitución". Alarte, por su parte, calificó la propuesta de "juego floral".
Francisco Camps prometió un Gobierno austero y el ahorro de 1.150 millones de euros. Reconoció que los próximos tiempos serán "complejos". Pero, fiel a su costumbre, culpó al Ejecutivo central de la crisis, y basó la mayor parte de su discurso en reivindicar la parte positiva de su gestión. "Hemos hecho mucho y lo hemos hecho bien", dijo, para después enumerar varios indicadores económicos positivos, como los 20 millones de turistas que recibe la comunidad, o las visitas que recibe la Ciudad de las Artes y las Ciencias, "más que la Alhambra".
Los grupos de la oposición volcaron sobre el president el jarro de agua fría de los malos datos de la economía valenciana. Sanz le recordó que en el País Valencià hay 600.000 parados y 19.000 alumnos que estudian en barracones. Alarte le reprochó que "miles de empresas tienen problemas porque la Generalitat no paga". Enric Morera, de Compromís, le afeó que el Palau de Les Arts, que ha costado más de 300 millones de euros, se vaya a alquilar para la celebración de bodas de lujo.
Compromís e IU denuncian que Camps busca acallar las voces más críticas
La oposición recordó a Camps la presunta corrupción que salpica a la cúpula de su partido. El president está imputado por cohecho pasivo impropio. Se le acusa de aceptar regalos de la trama Gürtel en el mismo periodo de tiempo en el que los empresarios lograron adjudicaciones millonarias de la Generalitat. Además, el Tribunal Superior de Justicia valenciano investiga la presunta financiación ilegal de su partido, entre otros delitos presuntamente cometidos por miembros destacados de su partido y su Gobierno.
Camps no dijo ni una palabra sobre el tema. Tampoco contestó a las peticiones de transparencia que le hizo la oposición. Como única respuesta, esgrimió su victoria electoral, de 55 diputados frente a los 43 que reúnen todos los partidos que forman la oposición. "Hemos ganado con la cabeza muy alta", dijo. "¡Y con la mano muy larga!", le gritó desde su escaño Mireia Mollà, diputada de Compromís.
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