Este artículo se publicó hace 13 años.
Cardona, entre la espada y la pluma
El historiador Gabriel Cardona falleció este miércoles en Barcelona a los 72 años
Andreu Mayayo
La última vez que vi a Gabriel Cardona, fallecido ayer en Barcelona a los 72 años, fue la víspera de Navidad en un funeral. Cardona rezumaba la vitalidad y la afabilidad de siempre. Desde que hace unos años había dejado de dar clases, su producción historiográfica crecía sin parar, siempre con más de un libro entre manos. Le gustaba escribir y lo hacía con ganas. Medio en broma, medio en serio, le decíamos que se lo tomara con calma, que le cogería un infarto y que, además, tenía toda una vida por delante. No hacía caso, claro, le brotaban las ideas a chorro y tenía la sensación de no tener suficiente tiempo. La desdicha le ha dado, de manera bien triste, la razón. No pudo recuperarse de la caída y el golpe en la cabeza que sufrió el pasado viernes.
El historiador fue el referente sobre el ejército español de los siglos XIX y XX
Gabriel Cardona Escaners había nacido en 1938 en Es Castell (Villa Carlos, Menorca). Siguió la tradición familiar e ingresó en la academia militar de infantería. Sin embargo, su vocación castrense se estrelló pronto al vivir la realidad cruda y dura de un ejército franquista en la más absoluta miseria moral y material.
El contacto con el mundo universitario, tal como le sucedió a sus compañeros de armas Julio Busquets y Julián Delgado, le abrió las puertas a una cultura cívica democrática y le empujó al compromiso firme en la lucha por las libertades democráticas. En este sentido, el capitán Cardona fue uno de los fundadores en 1970 de la Unión Militar Democrática (UMD), que sería reprimida por el franquismo y desterrada por la democracia. No hubo amnistía, ni reingreso a las Fuerzas Armadas, de los miembros de la UMD expulsados por el franquismo.
En 1979 consiguió el título de doctor en Historia Contemporánea con una tesis doctoral sobre la política militar durante la Segunda República española. Tras el golpe de estado del 23-F decidió colgar el uniforme y dedicarse a las clases en la Universidad de Barcelona. Cardona se convirtió en el punto de referencia académico imprescindible sobre las Fuerzas Armadas españolas de los siglos XIX y XX.
Comprometido con la democracia, sufrió el franquismo y fundó la UMD
Con todo, la voluntad de servicio público y la desazón por construir una nueva cultura de seguridad ciudadana, le espolearon, a mediados de los años ochenta, a dirigir la Guardia Urbana de Badalona hasta su jubilación, en 2003, aunque lo compaginó con su dedicación docente en la UB. Cardona destacó por su dimensión divulgativa y mediática. Sabía mucho del tema pero lo sabía explicar mejor, con su verbo cálido y su pluma caliente.
Cardona estaba muy ilusionado con su último libro sobre el 23-F, que saldrá a la calle, en pocas semanas, coincidiendo con el trigésimo aniversario del golpe de Estado y que ahora se convertirá en el testamento de un hombre de honor, teniente coronel del ejército, un historiador que ha dejado huella. Y de un demócrata comprometido con el país y su gente.
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