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Cayo Lara rebate el voto útil del PSOE: "La derecha ya está aquí"

El líder de IU identifica a Rajoy con 'más sufrimiento' y 'más neoliberalismo'

JUANMA ROMERO

Al final, después de retirar la hojarasca de las palabras, de desnudar de adjetivos los valores y la ética, siempre quedará vigente la eterna dicotomía que atraviesa la política: la izquierda y la derecha.

Cayo Lara fue pelando la cáscara en toda esta campaña para, en el último aliento, señalar y remarcar la esencia: quién representa la izquierda. Y la representa, para el coordinador federal y candidato, Izquierda Unida, y no un PSOE que se ha traicionado a sí mismo y a sus electores.

Y esa tarea es la que ayer viernes culminó en Madrid, en el mitin de cierre de campaña, en el Invernadero de Arganzuela. Repasó todos los valores clásicos de la izquierda: la 'honestidad', la defensa de los trabajadores, la 'mochila' de luchas en la calle y en las instituciones junto a los débiles, la fiscalidad progresiva y justa, la solidaridad. 'Valores de ética, no como otros. Porque no renunciamos a los principios de la izquierda. Nos podemos seguir mirando en el espejo y nos podemos seguir reconociendo. Sin ningún tipo de duda'.

En ese instante, la andanada contra el PSOE cogió fuerza en la garganta muy cascada de Lara. Tal vez como nunca durante esta campaña, porque dolía la llamada al voto útil repetida ayer por Alfredo Pérez Rubalcaba: 'Algunos piden el voto sin ruborizarse a la izquierda que han despreciado, a los trabajadores que han desangrado, a los que han recortado salarios, a los que han facilitado a los empresarios el despido. ¡Y no se ruborizan!', exclamó enojado. '¿Para qué pide Rubalcaba el voto? ¿Para estafar más los valores de la izquierda? ¿Para tropezar en la misma piedra?'.

Lara esgrimió entonces la hoja de reclamaciones a los socialistas, el memorial de agravios a sus votantes, el historial de pactos con la derecha: 'No se puede poner un corsé a la negociación colectiva con la derecha y decir que viene la derecha. No se puede aprobar la reforma laboral con la derecha y decir que viene la derecha'. Y así con la ley Sinde, con las 'rebajas fiscales' a los ricos, el recorte de inversión pública, las subvenciones a la Iglesia, la 'privatización' de las cajas de ahorros, la reforma de las pensiones, el escudo antimisiles, las guerras de Afganistán y Libia, la 'violación' de la Constitución o el cerrar los ojos a los desahucios.

'Algunos piden el voto sin ruborizarse a la izquierda que han despreciado', señala

La espiral sólo podía conducir a un colofón: '¡La derecha ya está aquí, ya está en el Parlamento! ¿Qué nos cuentan? ¿Qué nos cuentan?', gritó con todas sus fuerzas. La militancia -1.200 personas-, que había tardado mucho en entrar en calor, estalló en un estruendoso aplauso de júbilo.

En el fondo, era la encendida defensa contra el 'voto del miedo' que campaña tras campaña atenaza a IU y frustra sus expectativas de subida. 'Pero esta moto ya no vende, ya no tiene ruedas, ya no la van a comprar. ¡[El PSOE] No tiene autoridad parar decir que viene la derecha!'.

Socavado el corazón de los argumentos alzados por el candidato Rubalcaba, el candidato Lara le aconsejó dónde ir a mendigar apoyos: 'Ha puesto el BOE al servicio de los banqueros. Ahora, ¡que le pida el voto a los banqueros!'. Y que no se escude, añadió, en que no podía hacer nada para tumbar la 'dictadura de los mercados'. '¿Cómo no iban a tener poder? ¡Si [los socialistas] tenían 11 millones de votos en 2008! ¡Con los votos de la izquierda han hecho el trabajo sucio a la derecha para que llegue a la Moncloa, y eso es gravísimo!', clamó.

La crítica durísima, lacerante, al PSOE respondía a uno de los objetivos capitales de campaña de IU: ganarse la confianza de los socialistas desengañados con el Gobierno. Pero anoche Lara no podía dejar aparcado a un Mariano Rajoy al que ha presentado como la versión hard y extrema de Rubalcaba, y encima con un programa oculto que ya está descubriendo y aplicando allí donde gobierna.

'Es la misma senda de recortes', 'Quiere tronchar la negociación colectiva', representa 'más mercado y menos Estado, más neoliberalismo, más sufrimiento para la mayoría y más concentración de riqueza para una minoría', desgranó.

Reivindica la integridad de IU, que no ha 'renunciado a sus principios'No le hacía falta explayarse más porque sus teloneros se emplearon a fondo con el PP. 'IU es la única alternativa, la única capaz de parar los pies a la derecha más salvaje e inmisericorde', ofició Ascensión de las Heras, número dos por Madrid. 'El PP es más y peor de lo mismo. Que no se confunda la gente', agregó Gregorio Gordo, coordinador regional.

Ánimo. Lara también insufló un mensaje de aliento a los suyos tras una larga y extenuante campaña en la que, según el análisis del equipo electoral, IU ha crecido y se ha reforzado. 'Estamos venciendo las encuestas. Hay miles de ilusiones y las he visto en todo el Estado, he visto vibrar y llorar', relató el candidato, rememorando cómo 'cada día más' socialistas defraudados se le acercaban y le daban su confianza. 'Vamos a cambiar el rumbo. Porque tenemos razones, razones profundas que surgen del sufrimiento de tanta gente'. Y de sindicalistas, claro, hasta de UGT, a los que él mismo pidió el voto el jueves en Sevilla. A la cara.

No olvidó a los indignados y jóvenes. Y les reiteró que el voto es un 'arma' poderosa, capaz de 'cambiar la correlación de fuerzas', mientras que la abstención, el voto nulo o blanco 'no vale'.

Pide a jóvenes e indignados que ni se abstengan ni voten nulo o blanco 

Lara se fue creciendo a medida que crecía el mitin, consiguiendo levantar el entusiasmo de un público más rocoso que el andaluz o el valenciano, menos dado a la explosión. Pero lo logró. Intentando sacarse del cuerpo la euforia para evitar confiarse. 'Es la hora de la verdad. No lo hemos hecho del todo mal', sentenció, modesto.

Al final, la izquierda. Y la fuerza del voto. 'Saramago decía que una potencia era EEUU y otra, -concluyó tirando de poesía, como suele-. Hoy diríamos que una es la dictadura de los mercados y la otra, tú'. El elector, el llamado por IU a ayudar a 'cambiar la realidad'.

Mujeres. Un colectivo en desventaja y al que IU ha cuidado mucho desde siempre. Ayer por la mañana Cayo Lara cerró su periplo de actos sectoriales con ellas, con las mujeres, en un encuentro en el hotel Tryp Atocha de Madrid.

El candidato comenzó relatando su experiencia personal, la ayuda casi pionera que prestó a las maltratadas tras llegar a la alcaldía de su pueblo, Argamasilla de Alba, en 1987. Luego recriminó al Gobierno del PSOE que diera “más subvenciones que nunca a la Iglesia para que siga ejerciendo de represora sobre los derechos de las mujeres”.

Lara y las demás participantes repasaron los retos que aún tienen ellas pendientes: luchar contra la brecha salarial, elaborar presupuestos bajo la perspectiva de género, aumentar la cuota de mujeres en la cúpula de las administraciones y de las empresas. Y defender los derechos conquistados. Uno corre claro peligro con la previsible llegada al Gobierno del PP: la Ley del Aborto.

 

La anécdota. El mitin acabó en fiesta... pero hasta que no acabaron las intervenciones (a eso de las 22 horas, cuando concluyó Cayo Lara) no se sirvieron copas. Primero, escuchar a los líderes; luego, la diversión. También era extraña la disposición de las sillas en el Invernadero de Arganzuela, en tres bloques: uno frente a la tribuna de oradores y otras dos en perpendicular, a cada lado del escenario, de forma que estas gradas sólo podían ver y escuchar a los oradores a través de grandes pantallas. 

La frase. 'Podemos seguir luchando para cambiar la realidad. Tenemos derecho a seguir soñando'. Cayo Lara

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