El fantasma de lo ocurrido en Extremadura, donde IU facilitó el gobierno del Partido Popular con las abstención de sus tres diputados autonómicos, persigue todavía a Cayo Lara.

El coordinador de la federación ha dicho que ve 'muy' difícil que IU, si se diera el caso, pueda hacer posible un gobierno del PP en Andalucía. 

Ha asegurado que el episodio de Extremadura es una página 'pasada', aunque esta cuestión se planteará en la organización, según ha dicho el líder de la federación en una entrevista en la cadena Ser.

Lara ha dejado 'muy' claro que el PP está a 'años luz' ideológicamente de IU y, por tanto, no contempla que lo que ocurrió en Extremadura vuelva a repetirse en cualquier otra parte del Estado, en alusión a las próximas elecciones andaluzas que se celebrarán en marzo.

Parece que no ha hecho mella en las elecciones generales del domingo el capítulo 'negro' de Extremadura, ya que IU ha incrementado también allí su representación al pasar de un 2,95% de los apoyos en 2008 al 5,70% de esta convocatoria.

En Extremadura, las bases de IU fueron las encargadas de decidir si se abstenían, lo que daba las llaves de la Junta a José Antonio Monago (PP) o le daban continuidad al gobierno del PSOE —que llevaba 28 años en el poder— apostando por Guillermo Fernández Vara.

El conflicto entre la consigna que emanó del Consejo Federal de no permitir gobiernos del PP y la voluntad de los militantes de IU en Extremadura desató un incendio interno en la federación, aparentemente superado.

Las bases de IU Extremadura fueron llamadas a una consulta no vinculante y mandaron un mensaje categórico: el 75,10% defendió la abstención; el 22,05%, apoyar a Vara, y el 2,85%, otras opciones.