Este artículo se publicó hace 16 años.
Un cayuco con cuatro inmigrante muertos llega a La Gomera
El alargamiento de las travesías se ha cobrado esta semana la vida de unos 33 africanos
La mayoría no tenía fuerzas para articular palabra y les costaba abrir los ojos. Uno de los 55 subsaharianos supervivientes certificó que llevaban “varios días” sin agua potable, a su llegada a Alajeró (La Gomera). Los bidones vacíos donde la almacenaban, al igual que los cuerpos de los primeros que murieron por inanición, fueron arrojados por la borda. Al puerto llegaron cuatro cadáveres más entre el nudo de brazos, torsos y piernas negras que se formó en el fondo de la embarcación.
De los vivos, 11 fueron ingresados en centros médicos con avanzado estado de deshidratación, entre otras afecciones. Los equipos de salvamento desplazaron a los cuatro más graves a un hospital de Tenerife, otros dos al centro de salud de Alajeró y cinco al Hospital de La Gomera. Para desembarcarlos, la falta de fuerzas hizo que la Guardia Civil tuviese que sacarlos del cayuco con la ayuda de una grúa, amontonados como el ganado vacuno en un matadero.
El cayuco fue avistado apenas a un kilómetro de distancia de la costa, después de varias jornadas de travesía. Según el testimonio de los inmigrantes, procedían de Guinea Bissau y se perdieron en el mar, informa la agencia Efe.
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que se encontraba de visita oficial a la isla de La Gomera, se desplazó hasta el municipio, al igual que el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista.
Con los cuatro fallecidos en esta travesía, el balance de esta semana asciende hasta los 33, tras las dos pateras localizadas el lunes (en la que fallecieron 14 personas) y el miércoles (con 15 cadáveres, nueve de ellos niños). En Almería, donde llegó esta última, se concentraron este viernes unas 150 personas bajo el lema No más muertes para llegar a España, convocadas por Almería Acoge, Cepaim y la Asociación Pro Derechos Humanos.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, mostró ayer tras el Consejo de Ministros su “tristeza” por las muertes y prometió que a los supervivientes se les asistirá, pero también se les aplicará la ley.
El magistrado de enlace con Marruecos, Ángel Llorente Fernández de la Reguera, aseguró que cada año se desarticulan más de 200 redes de inmigración ilegal en Marruecos e informó de que en el continente africano hay unos 800 millones de habitantes, de los que el 60% son pobres, por lo que no debería sorprender que el fenómeno de la inmigración tenga “una dimensión mayor todavía”, añadió.
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