La CEOE ve el tijeretazo de Artur Mas como algo "de sentido común"

"De sentido común". Así ve el presidente de la CEOE, Juan Rosell, los recortes anunciados ayer por el president de la Generalitat, Artur Mas, tras asegurar que cuando una comunidad autónoma se encuentra en la situación en la que está, por ejemplo, Catalunya, "hay que hacer lo que hay que hacer".

Rosell, que ha recordado que estos recortes se producen también en otras autonomías como Castilla-La Mancha, ha comparado esta situación económica con la que puede vivir una familia o una empresa y ha afirmado que a todo el mundo le gustaría que los gobiernos autonómicos "pudieran gastar un 5% más", aunque "hay que hacer lo que hay que hacer, guste o no, porque no hay un plan B".

En una línea similar se ha pronunciado el expresident de la Generalitat Jordi Pujol, que ha defendido la "honestidad" de Artur Mas y su Gobierno tras anunciar los recortes dos días después de las elecciones. Para Pujol, Mas nunca escondió la situación financiera y ya había avisado en campaña que se producirían esos recortes.

En su editorial del Centre de Estudios Jordi Pujol, el expresident ha destacado que el actual president y el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, ya indicaron poco antes de los comicios que en un futuro inmediato todas o gran parte de las partidas presupuestarias bajarían "excepto la del servicio de la deuda, es decir, los intereses a pagar y los préstamos a devolver".

Para Pujol, son "medidas impopulares, pero necesarias"

"Más claro no se puede decir", ha opinado Pujol, quien ha reiterado que "jugaron al juego de la honestidad y la seriedad". Esta actitud de Mas, ha dicho Pujol, es la que aupó a CiU a una victoria clara en Catalunya, que ha considerado que es un mérito de todos los candidatos de la federación "pero también, y mucho" del Gobierno catalán. "Porque el Gobierno autonómico y su president podrían haber intentado enmascarar la situación finandiera de la Generalitat, y no lo hicieron. Es más, no se escondió que tendrían que tomarse medidas difíciles y hasta conflictivas; impopulares, pero necesarias".

El president de la Generalitat compareció ayer sin que estuviese previsto ante los medios para detallar qué sucederá con los presupuestos del próximo año. Con el objetivo de mantener el límite del déficit del 1,3% del PIB marcado por la UE, los recortes en Catalunya se producirán en dos frentes: por un lado por la vía del ahorro, con la reducción de salarios de los empleados públicos; por otro, por la vía de los ingresos, a través del incremento de determinadas tasas. Según los cálculos de la Generalitat, con estas medidas podrían ingresar unos 1.000 millones de euros adicionales.

Al contrario que los empresarios, los sinditacos CCOO y UGT han calificado de "inadmisible" que se pida un nuevo "sacrificio" a los funcionarios después de que hayan visto reducido su sueldo en un 5% en 2012 y su congelación en 2011. Por ello, han avisado además al Ejecutivo catalán que responderán con movilizaciones a cualquier tentativa de recortes sociales.

Según fuentes sindicales y del Govern, la Generalitat ha convocado a los sindicatos a la mesa de negociación de la función pública los próximos miércoles 30 de noviembre y el jueves 1 de diciembre para iniciar la negociación salarial de los funcionarios para 2012.