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Chacón justifica la presencia en "el primer foco de inseguridad del mundo"

Viaja por sorpresa a Líbano para felicitar la navidad a los militares allí destinados. El Instituto Cervantes firma tres convenios con Defensa para regular la enseñanza del castellano en la zona

ÍÑIGO ADURIZ

'Si la paz llegara, estaríamos dando un paso de gigante para eliminar el primer foco de inseguridad del mundo'. Con estas palabras, la ministra de Defensa, Carme Chacón, justificó la presencia de las tropas en Líbano, adonde se desplazó en un viaje sorpresa.

Cumpliendo con la tradición de todos los años la ministra felicitó las navidades a los militares españoles destinados en misiones internacionales sobre el propio terreno. Este año, el viaje relámpago lo hizo a Líbano, donde están desplegados 1074 efectivos.

En las faldas de los altos del Golán, y a un paso de la frontera con Israel está la base Miguel de Cervantes donde los militares españoles mantienen su centro de operaciones. Allí, a apenas cinco kilómetros de la localidad de Marhayún, Chacón recordó que 'la ausencia de guerra abierta no es la paz', pero sí es un requisito 'imprescindible para que se alcance una paz duradera y definitiva'.

Se refería la ministra a la tensa calma que vive el país, en permanente conflicto con su vecino Israel. Chacón, que llegó a la capital Beirut sobre las 10.15 de la mañana hora española, se reunió con el presidente libanés Michel Suleiman, en el palacio en el que reside en la propia Beirut y también con el primer ministro Saad Hariri.

Fuentes de Defensa explicaron que ambos le expresaron su 'satisfacción' por la labor que están desarrollando las tropas de la ONU y, en concreto, el trabajo del general Alberto Asarta, que desde hace un año es el jefe de la misión UNIFIL de las Naciones Unidas en la zona y cuyo mandato se prolongará hasta 2012. Chacón le exigió a Hariri que aproveche el momento político que brinda la retirada del norte del país anunciada por Israel, para consolidar la paz entre ambos países.

Junto con Chacón viajó la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, con la que visitó una escuela en las inmediaciones de Marhayún. El viaje sirvió para que el instituto lingüístico y Defensa firmaran quien tres convenios para regular la enseñanza del castellano en la zona e impulsar la formación de los efectivos que imparten esas clases de español a los libaneses.

Este es uno de los cometidos que están llevando a cabo los militares en el marco de una misión internacional cuyo principal objetivo dar estabilidad al país. Fue el recrudecimiento del enfrentamiento entre Líbano e Israel, en 2006, el que, según la ONU, motivó el envío de las fuerzas internacionales que, desde entonces, realizan labores de vigilancia, sobre todo, en las zonas fronterizas.

'La aparente calma en la zona es aún demasiado frágil', explicó el pasado jueves Chacón durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congresó, intentando justificar la presencia española. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, le había trasladado personalmente días antes su preocupación por la proliferación de armas en Líbano, así como por la existencia de grupos armados descontrolados.

La presencia española en el país ya ha costado al erario público 791 millones de euros, de los que 173 se han gastado sólo en este año. Desde 2006, han fallecido en la zona ocho militares. El viaje de Chacón se produce un día después de que el vicepresidente y Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, visitara a las tropas que participan en la guerra de Afganistán.

'Bienvenida, señora ministra'. Así, en castellano, fue recibida Carme Chacón en la escuela del Padre Mansour de la aldea de Kleyaa, por algunos de sus alumnos. Cerca de las montañas del Líbano, de la frontera natural entre el país e Israel, la localidad sigue siendo ejemplo de la convivencia entre las diferentes religiones -sobre todo entre la Drusa y la cristiana maronista- que se vio resquebrajada con el estallido de la violencia en 2006.

En colaboración con el Instituto Cervantes, el castellano se ha convertido en la zona en el tercer idioma internacional, tal y como le contó a la ministra una de las profesoras de los dos grupos de alumnos de entre 8 y 10 años a los que visitó. Según explicó Chacón, ya hay más de 4.000 alumnos de todas las edades que aprenden español en las inmediaciones de Murhayan.

Fuentes militares reconocieron que la enseñanza de la lengua de Cervantes ha influido notablemente en que la ciudadanía 'haya aceptado la presencia' militar en la zona.

Conscientes de la importancia de ganarse esa confianza de los vecinos, Defensa y el Instituto Cervantes firmaron tres convenios. Uno permanente de colaboración entre las dos instituciones, un segundo que permitirá la cesión de fondos bibliográficos de Defensa a Líbano, y un último que permitirá el desplazamiento del personal del Instituto, en Beirut, a las aldeas más montañosas como en la que se encuentra el Padre Mansour.

Chacón se despidió de las aulas, en las que conviven chicos y chicas, con un 'feliz navidad' al que le respondieron con simpatía la mayoría, pero que alguno matizó con cánticos a favor de Alá. La llegada de la ministra causó una enorme expectación entre los chavales, e incluso entre la prensa local que intentaba rascar valoraciones políticas de su Gobierno a una dirigente extranjera. No lo consiguieron. Chacón se limitó a felicitar la navidad y a alabar la labor de las tropas allí desplegadas.

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