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El ciclón ‘Xynthia’ barrerá el norte

Protección Civil activa la "máxima alerta" ante la llegada de una borrasca que provocará vientos de hasta 160 kilómetros por hora en la mitad norte peninsular

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Una profunda borrasca extratropical, bautizada Xynthia por el servicio meteorológico alemán, barrerá este fin de semana toda la Península Ibérica, salvo el área mediterránea. Los vientos huracanados, provocados por un inusual fenómeno conocido como ciclogénesis explosiva o bomba meteorológica, afectarán a Galicia, la cornisa cantábrica y el norte de Castilla y León. En estas zonas, las rachas alcanzarán los 160 kilómetros por hora.

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La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio de Interior emitió ayer una "máxima alerta" para el fin de semana. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y el norte de Castilla y León permanecerán todo el día en alerta roja. Extremadura, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Navarra, además de La Rioja, Aragón y el sur de Castilla y León, se mantendrán en alerta naranja. El Gobierno ha recomendado a los ciudadanos que "extremen las precauciones" y adopten "medidas de autoprotección", como evitar hacer deporte, desplazarse por carretera o acercarse a las playas.

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La ciclogénesis explosiva generará temporales súbitos y violentos

El año pasado, entre el 23 y el 25 de enero, otra borrasca similar, el ciclón extratropical Klaus, provocó 26 muertos en el sur de Europa, 14 de ellos en España. En Sant Boi de Llobregat (Barcelona), el fuerte temporal de viento segó la vida de cuatro niños, que fallecieron aplastados al desprenderse el tejado metálico del polideportivo municipal en el que jugaban al béisbol.

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La bomba meteorológica se formó este viernes en el Atlántico, al oeste de Madeira, y llegará hoy a la Península por el noroeste, tras su paso ayer por Canarias con vientos de hasta 120 kilómetros por hora. En la madrugada del domingo, la borrasca escapará hacia el Cantábrico. "El motor de esta ciclogénesis explosiva es una borrasca normal, activada por una depresión en altura a unos 9.000 metros, conocida como vaguada, que funciona como mecanismo de arranque. El combustible es el aire cálido y húmedo de esta zona del Atlántico", explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Rivera.

El solapamiento de estos dos fenómenos, la borrasca y la vaguada, provoca un efecto de succión desde las capas bajas a las altas, que vacía la borrasca. Los vientos huracanados se desatan cuando llega aire desde otras zonas para llenar ese vacío. Según subraya Rivera, "cada año ocurren un par de fenómenos similares en el entorno de España", aunque habitualmente no llegan a tener tanta violencia.

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La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pidió este viernes "precaución" a los ciudadanos. "Se han puesto en marcha las medidas de prevención previstas y necesarias para estas alertas", aseguró. "Tranquilidad, porque estamos preparados", garantizó De la Vega tras el Consejo de Ministros.

La Dirección General de Tráfico anunció ayer que prohibirá la circulación de camiones de transporte de mercancías en determinados horarios a lo largo del fin de semana, en las regiones más afectadas por el temporal. Protección Civil y Emergencias han alertado a policía y Guardia Civil, además de a la unidad militar de emergencias.

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La Aemet advirtió ayer de que en el mar el viento alcanzará la fuerza 9 en la escala de Beaufort, con olas muy altas y rompientes, en la zona de Finisterre (A Coruña). En el Cantábrico, el viento podría llegar a fuerza 11, caracterizada por olas excepcionalmente grandes y un mar completamente emblanquecido. El año pasado, el ciclón Klaus provocó la mayor ola jamás registrada en España. El tsunami, localizado 22 millas al norte de Santander, alcanzó una altura de 26,13 metros, como un edificio de siete plantas.

"Tranquilidad, porque estamos preparados", dice De la Vega

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La ciclogénesis explosiva provoca temporales huracanados en alta mar. En la madrugada del 20 de diciembre de 1998, las aguas del Golfo de Vizcaya se tragaron el barco pesquero Marero, con sus ocho tripulantes a bordo, después de que se formara de manera repentina una bomba meteorológica.

Este fenómeno extremo es el protagonista de la película La tormenta perfecta, interpretada en 2000 por George Clooney, en la que un temporal muy violento acaba con la tripulación de un barco dedicado a la pesca del pez espada.

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Estos temporales explosivos, asociados a borrascas extratropicales, afectan sólo de manera esporádica a España, ya que habitualmente se generan en latitudes más septentrionales. Para encontrar una bomba meteorológica tan extraordinaria como la vivida en enero de 2009 hay que remontarse a los días 5 y 6 de noviembre de 1997, cuando una borrasca explosiva azotó la Península Ibérica en diagonal, de suroeste a noreste, entrando por el Golfo de Cádiz.

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