Este artículo se publicó hace 15 años.
Cinco centímetros de nieve colapsan la capital
Las entradas a Madrid sufren retenciones kilométricas y Barajas cancela más de 300 vuelos en una mañana caótica. El AVE interrumpió su servicio durante dos horas debido al mal tiempo
Entre cinco y ocho centímetros de nieve sobre las calles de Madrid han bastado para colapsar la ciudad y provocar el caos en todos los medios de transporte de pasajeros. Una nevada nocturna generó durante las primeras horas de la mañana retenciones kilométricas en los accesos por carretera al centro de la capital, más de 300 cancelaciones de vuelos en el aeropuerto de Barajas, cinco horas de interrupción del puente aéreo con Barcelona, la paralización durante dos horas de las líneas de AVE que conectan con Sevilla, Málaga y Barcelona, y dos líneas de Metro Ligero suspendidas durante la hora punta.
A estos problemas, hay que sumar la cantidad de horas de trabajo perdidas por aquellos que encontraron dificultades al desplazarse a sus puestos laborales. Otra jornada caótica que a muchos madrileños les recordó la vivida el invierno pasado, como consecuencia de la nevada del 9 de enero de 2009. En esta ocasión, al desorden se le sumaron las incidencias por la avería eléctrica que obligó ayer a suspender el servicio de Cercanías en la estación de Sol durante cuatro horas por "razones de seguridad".
Los viajeros no se explicaban el caos por culpa de «unos copos de nieve»
Los responsables de AENA, el organismo que gestiona los aeropuertos españoles, señalan a la "falta de visibilidad" y no a las blancas precipitaciones como causa principal de las cancelaciones y retrasos que han padecido los viajeros.
En el caso del aeropuerto más importante de Madrid, sus responsables se vieron obligados a cerrar dos de sus pistas, que amanecieron cubiertas por más de cinco centímetros de nieve.
Las labores de 140 operarios, ayudados por 105 vehículos de "viabilidad invernal" (quitanieves, palas cargadores, excavadoras y camiones con cuchilla, entre otros), lograron abrir las pistas a la circulación a las 11.30 horas. Pero el caos ya crecía exponencialmente en las terminales de pasajeros, donde se acumulaban las malas noticias. "Se está peor aquí dentro que ahí fuera", aseguraba un empleado de Spanair, que no quiso identificarse, señalando el frío de la calle mientras despachaba como podía las dudas de los viajeros.
Pere Navarro, director de la DGT, sufrió un esguince al caer de una moto
"Todavía no sé si llegaré a trabajar", lamentaba Juan Carlos López, que esperaba volar ayer a las 9.30 horas para incorporarse hoy a su puesto en el Hospital de Lanzarote. La compañía con la que viaja, Ryanair, le ofreció dos opciones: volar directamente a Lanzarote el día 27 o un vuelo para a las 7.10 horas de hoy a Las Palmas. Escogió la segunda posibilidad: "Y, una vez allí, me busco la vida". Hizo noche en Madrid en casa de unos amigos: "Es la suerte que tengo".
López, como otros viajeros atrapados en Barajas, se quejaba de que toda la información la recibían únicamente por los paneles del estado de los vuelos. Y, como él, a ningún pasajero le parecía lógica tanta cancelación por "unos copos de nieve". AENA aseguró que "parte de las cancelaciones se debe a la inoperatividad de otros aeropuertos, sobre todo en Europa y EEUU".
Los trabajadores que pretendían acceder a la capital desde el extrarradio por carretera a primera hora de la mañana también sufrieron los efectos de la nevada en sus trayectos, con retenciones kilométricas y retrasos durante varias horas. Las dificultades circulatorias fueron importantes en todos los accesos a Madrid, aunque se concentraron especialmente en la A-5, la M-40, la A-6, la A-4 y la M-607. El tráfico se recondujo en torno al mediodía.
Problemas en 22 provinciasLos problemas en carretera se reprodujeron en toda la Península y generaron colapsos o retenciones serias en 22 provincias. Junto a Madrid, según la Dirección General de Tráfico (DGT), las regiones más castigadas fueron León, Burgos, Ávila, Huesca y Granada. El mal estado del asfalto no perdonó a nadie: el director de la DGT, Pere Navarro, sufrió un esguince tras caerse de la moto que conducía cuando esta resbaló sobre una placa de hielo por el centro de Madrid.
La nieve también impidió la salida de algunos trenes obligando a Renfe a suspender durante más de dos horas los servicios del tren de alta velocidad en las líneas Madrid-Sevilla, Madrid-Málaga y Madrid-Barcelona. Además, la circulación de dos líneas de Metro Ligero se tuvo que suspender a primera hora de la mañana y no fue restablecida hasta las 10.00 horas.
La nevada afectó, asimismo, a 30.000 escolares (20.000 de ellos en Castilla y León) que no pudieron acudir a sus clases. Además, seis estudiantes resultaron heridos leves al volcar un autobús en Teruel.
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