Este artículo se publicó hace 16 años.
El círculo de Rajoy pide a Aguirre que se aclare
Santamaría dice que si alguien tiene un proyecto debe concurrir
El círculo que rodea a Mariano Rajoy está ya bastante harto del "ruido" que hay en el partido por culpa de Esperanza Aguirre. Comienzan a estar cansados de tener que responder a los dimes y diretes, de tener que pronunciarse sobre el fuego cruzado que se ha desatado en el PP de Madrid, de hablar sobre las candidaturas y sobre las fuerzas que se manejan... Pero hasta junio, como diría Rajoy, es lo que hay.
Los colaboradores del jefe de la oposición no se oponen a que haya más candidaturas en el Congreso. De hecho invitan a todo el que quiera presentarse a hacerlo pero... ya, cuanto antes para que se sepa con claridad las opciones que existen y que se ponga fin a este sinvivir. "Tiene la oportunidad de hacerlo cualquiera, que lo haga. ¿No se atreven? Es ahora o nunca", dicen algunos dirigentes conservadores.
"Cualquiera que entienda que tiene un proyecto e ideas puede presentarse al PP y consideró que debe hacerlo si cree que son mejores para nuestro proyecto. Desde luego, para eso se hacen los congresos", insistía ayer Soraya Sáenz de Santamaría.
La portavoz del Grupo Parlamentario Popular recordaba, eso sí, que quien salga investido "tendrá que acometer la tarea de oposición de estos cuatro años y presentarse a las próximas elecciones generales". Ahí es nada.
En el PP hay muchas voces. "Esta situación no es buena para el partido. Lo debilita", comentaba un diputado. Tanto él como otros ven que en los últimos días Rajoy se muestra algo "pasota" y, en cierto sentido, le ven "contrariado".
Fue algo que se pudo comprobar ayer, coincidiendo con la apertura de la IX Legislatura. El presidente del PP salía al patio del Congreso cuando, de pronto, se encontró frente a un batallón de periodistas dispuesto a preguntarle por los apoyos que está recibiendo la presidenta de la Comunidad de Madrid por parte de sus consejeros. Dió un paso hacia adelante, otro hacia atrás. Buscó con la mirada algún apoyo, un punto de referencia y como no lo encontró, optó por volverse hacia el vestíbulo que conduce hacia el Hemiciclo. Después huyó escoltado por los suyos. La escena fue seguida por los presentes con cierta sorna.
Aguirre era ayer un nombre tabú en el PP. Mientras ella recordaba que había dicho "50 veces" que no entraba en sus planes presentarse, los suyos seguían animándola. Su mano derecha, Ignacio González le insite en que dé el paso porque tiene posibilidades -en Génova creen que es porque él se quiere quedar con el puesto- mientras que Francisco Granados, también hombre de confianza de Aguirre y más conocedor de la mecánica de los congresos, le pide prudencia. Aguirre mantiene que no entra en sus planes y los que la conocen bien, consideran que su batalla es más bien a largo plazo.
En la sede nacional creen que sólo la arropan los suyos y que se ve impulsada por la derecha mediática. Están seguros de que si se lanzara "haría el rídiculo". "Tampoco hay que despreciar al contrario", opinan, sin embargo, otros. Algunos no descartan que, se llegue o no a presentar, los compromisarios deparen alguna sorpresa. "Aguirre puede no contar con el respaldo de los presidentes regionales pero es que entre los que van a votar hay peronas que no son cargos públicos ni tienen responsabilidades, no están controlados por los barones y puede ocurrir cualquier cosa", comenta un miembro del PP.
Por si fuera poco el follón ayer Manuel Fraga también intervenía en él. El presidente fundador del PP quiere que el XVI Congreso de su partido sea "de verdad" y "no a la búlgara". Varios miembros del Comité Ejecutivo Nacional le restaban importancia a sus palabras. Pero alguno le buscaba segundas intenciones y apuntaba que el ex líder de la Xunta sólo busca que su apuesta personal, Alberto Ruiz- Gallardón, tenga una oportunidad.
Mientras, José María Aznar, y Rodrigo Rato se mantienen en silencio. "Si hablaran ya sería el fin", comentan desde el PP. En torno a Rajoy no saben si el ex director gerente del FMI apoya o no a Aguirre. Pero destacan que un buen número de ratistas, como Juan José Güemes o Manuel Lamela, entre otros muchos, fueron en su día acogidos en el seno del Gobierno regional y están con ella sin dudarlo. Sobre la posibilidad de que Rato se anime, lo ven como algo "difícil". Mientras tanto los preparativos del Congreso continúan. Hoy se reúnen Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps. Hablarán de ello y del agua.
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