CiU juega a dos bandas con el PP y el polo soberanista

CiU ofreció ayer en el Parlament la medida exacta de sus ambiciones en el perímetro del juego político. Primero pactó con el PP una moción para la presentación de las grandes líneas del presupuesto a finales de abril. Poco después hizo suya una moción de Solidaritat que incluye el reconocimiento del "derecho irrenunciable a la autodeterminación" y el apoyo del Parlament a las consultas populares sobre la independencia de Catalunya.

La izquierda (PSC y los ecosocialistas de ICV) quedó aislada significativamente entre la doble pinza de CiU con el PP para asegurarse el apoyo al futuro plan de ajuste presupuestario, por un lado, y la constelación soberanista improvisada con Solidaritat y ERC, por otro.

Dos meses después del inicio de la legislatura, ha quedado plasmado definitivamente el escenario asimétrico y viariable en el que CiU y PP preparan ya su reencuentro inevitable tras las próximas legislativas, al mismo tiempo que Artur Mas intenta administrar a su medida la bandera soberanista. La larga experiencia en el poder y su pletórica salud electoral dan clara ventaja a CiU sobre los otros dos grupos (ERC y SI) que se disputan la marca.

La moción de Solidaritat, coalición de la que paradójicamente se ha desvinculado su su estrella y principal inspirador, Joan Laporta, fue aprobada por el pleno del Parlament por una amplia mayoría de 85 votos frente a 47. El texto sostiene que "el derecho a la autodeterminación de los pueblos es un derecho irrenunciable del pueblo de Catalunya", punto esencial de la moción, además del apoyo a la campaña de consultas populares para la independencia que culminará el próximo día 10 de abril en Barcelona.