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CiU no aceptará un fallo que interprete a la baja el Estatut

El Govern daría por buena una sentencia del Constitucional que tumbara sólo dos artículos

FERRAN CASAS / DAVID MIRÓ

Como era de prever, nada que altere lo votado por los catalanes en referéndum sería bien recibido por los partidos nacionalistas. En mayor o menor grado, tanto CiU como ERC pusieron a reparos al contenido de la sentencia que, en julio, dictará el Tribunal Constitucional (TC) y cuyo alcance avanzó este jueves Público.

La federación nacionalista hizo un análisis severo poniendo el acento en el carácter “interpretativo” del fallo más que en el recorte de los dos artículos (el del Síndic de Greuges y la acreditación de conocimiento lingüístico para el personal de justicia). Su diputado y ponente del Estatut, Francesc Homs, advirtió del peligro que el TC “coarte la lógica democrática” arrogándose la capacidad interpretativa de la ley que se reserva a los gobiernos pero, sobre todo, a los parlamentos.

Según él, de poco servirían los poderes ejecutivo y legislativo si hay sentencias que “delimitan” el alcance de normas legales como el Estatut o establecen “cómo hay que interpretarlas y desplegarlas”.

Sobre el recorte, fue gráfico al considerar que “no es cuestión de mucho o poco. No te roban poco o mucho, te roban”. En todo caso apuntó al choque de legitimidades entre el cuerpo electoral catalán y el TC por lo que, consideró, sería necesario “que los catalanes se volvieran a pronunciar si el Estatut se ve alterado”.

Otro ponente del Estatut, en este caso el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, se mostró poco partidario “de dar pábulo a filtraciones” pero sí entró a valorar los artículos que el TC suprimiría. Sobre el Síndic de Greuges, el Defensor del Pueblo catalán, mostró poca sorpresa porque, recordó, el Consejo Consultivo –una especie de Consejo de Estado catalán– ya advirtió a los legisladores de que era de dudoso encaje constitucional arrogarse competencias del Defensor del Pueblo en Catalunya.

En lo que no fue nada comprensivo es en el tema lingüístico en la Justicia, unos artículos que redactó de su puño y letra. Ridao argumentó que el redactado se basó en leyes que se aplican desde hace años –como la ley de política lingüística de 1998– y que los requisitos deberán adaptarse a la legislación estatal vigente.

Aunque el Govern rehusó reaccionar oficialmente, la noticia no cayó mal en el Palau de la Generalitat, donde se considera que un fallo que anule unos pocos artículos menores es asumible y evita el choque de legitimidades. El president José Montilla, del PSC, considera que una sentencia interpretativa no sería un drama. “Todas las sentencias que conozco son interpretativas”, dijo en su entrevista a Público este lunes. El entorno del president considera que el TC podría anular algunos artículos menores más. Lo que más preocupa es que CiU, como parece más que previsible, intente aprovechar la sentencia para erosionar al tripartito. 


La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, aseguró, durante la presentación de la Memoria del órgano correspondiente al año 2008, que la sentencia del Estatut de Catalunya saldrá “lo antes posible”, pero advirtió de que la agenda del Alto Tribunal  “no es la agenda política ni la de la política”. Pese a las insistentes preguntas de los periodistas, Casas se negó a facilitar una fecha concreta o a confirmar que se conocerá el próximo mes de julio, como adelantó Público. Según la presidenta del TC, los 11 magistrados que componen en la actualidad su Pleno “trabajan intensamente” y “sin interrupción”, sin sentirse presionados por declaraciones de los políticos o informaciones periodísticas. Afirmó que es “pura hipótesis”, pero el tribunal habilitará agosto, si es necesario, como se hizo el año pasado para pronunciarse sobre el plan Ibarretxe.

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